Wang Shu Zhen fue una mujer extraordinaria. Ella nació en 1897, en China, en el seno de una familia erudita, y se casó a los 19 años de edad con un rico hombre de negocios, se convirtió en viuda a los 52 años, y ella sola crió a sus 13 niños, todos y cada uno de ellos se graduaron con niveles de doctorado.
Decidida a enfrentar la tragedia


En 1948, cuando los comunistas chinos estaban por dominar China, ella y su familia se trasladaron a Taiwán. Al año siguiente, en un viaje de negocios, su marido falleció en un accidente. De pronto, ella y sus ocho hijas y cinco hijos, se encontraron en medio de la pobreza. A pesar de este trágico giro de los acontecimientos, ella se negó a rendirse.
Ella no sólo hizo lo mejor que pudo para apoyar a sus hijos, también insistió en enviarlos a la escuela. Ella era tan pobre que sus hijos tenían que compartir un escritorio, una cama, y tenían sólo un cambio de ropa. Wang frecuentemente le decía a sus hijos:
“Trata a a la gente con amabilidad, concéntrate en hacer una cosa a la vez, habla menos, trabaja más”
Para cubrir sus necesidades, ella trabajaba como niñera o mucama, mientras sus hijos hacían otros trabajos. A pesar de que ella no sabía si tendría suficiente comida para el día siguiente, ella no se rehusaba a compartir el arroz con sus vecinos y solía decir:
“La vida es dura, ¡sé fuerte y sé amable!”
Dar importancia a la educación


Cuando su hijo, Li Changyu, se graduó de la academia de policía, la Sra. Wang le dijo: ” Tener una maestría no es suficiente, necesitas tener un doctorado” Ella quería que sus hijos fueran sobresalientes, no sólo gente común.
La educación era importante para Wang Shu Zhen, pero también era importante la cultura ancestral, ella exigía a sus hijos que en su casa, hablaran un determinado dialecto chino, y les recordaba sus orígenes chinos.
La Sra. Wang se mudó a los Estados Unidos en 1959 cuando tenía 62 años. Aprendió inglés en forma autodidacta y aprobó el examen de idiomas, lo cual le permitió ser una residente permanente en los Estados Unidos.
Un Legado perdurable
Tres de sus hijos recibieron el premio “Ten Outstanding Young Americans” (Diez Jóvenes Americanos Sobresalientes) por su contribución a la sociedad. Incluso el presidente de los Estados Unidos, George Bush, la elogió como “una gran madre” en el día de las madres.
El 6 de marzo de 2003, Wang Shu Zhen falleció a la edad de 106 años en la ciudad de Nueva York. Miles de personas asistieron a su funeral, incluyendo varios oficiales de policía.
El director de la ceremonia comentó:
“He estado en esta empresa fúnebre por 3 generaciones, ¡y jamás había visto un gran funeral como éste!”
A pesar de que Wang Shu Zhen no está con nosotros físicamente, su amabilidad, tenacidad y espíritu altruista permanecerá en nuestros corazones para siempre.
Traducido por Yi Ming