La acupuntura tiene miles de años de antigüedad y es uno de los cinco pilares de la medicina tradicional china (MTC). Las agujas se insertan en puntos en el cuerpo humano para aliviar enfermedades y dolor.
Las bases filosóficas y teóricas de la acupuntura se formularon hace 2.000 años en el marco de la medicina tradicional china.
Es fundamental para ellas la imagen de la fuerza vital del cuerpo, también llamada energía vital, «qi» en chino, todo lo que conocemos en nuestra vida tiene el qi como su fundamento.
La energía vital siempre está en movimiento. Eso incluye las funciones de nuestros órganos internos y los ritmos del cuerpo, como la respiración, la digestión, el sistema inmune y el funcionamiento de nuestros músculos.
Similar a como los ríos atraviesan un paisaje, los meridianos de energía atraviesan el cuerpo y lo abastecen de energía vital. A lo largo de estos meridianos se encuentran los puntos de acupuntura que se pueden utilizar para influir y regular el flujo de energía del cuerpo.
La energía de una persona sana (qi) fluye armoniosamente, es fuerte y no se obstaculiza. De acuerdo con la medicina china, las enfermedades surgen cuando estos caminos de la energía se ven obstruidos por una sobreabundancia o un bloqueo.
La ciencia estudia la acupuntura:
La investigación sobre la acupuntura ha hecho algunos avances. Sin embargo, hasta la fecha, la eficacia de la acupuntura solo puede ser explicada por la presencia de la adenosina, un compuesto responsable de muchas funciones corporales, en los puntos de inserción de la aguja.
La acupuntura tiene un efecto inmediato en el sistema inmune y en la percepción del dolor.
Los estudios han verificado los efectos positivos de la adenosina para bajar la presión sanguínea y el ritmo cardíaco. Este compuesto también ayuda a conciliar el sueño, disminuir las inflamaciones, y puede interrumpir el impulso nervioso que provoca el dolor.
La acupuntura funciona de manera diferente en diferentes personas. Investigadores de EE. UU. en la Universidad de Rochester, N.Y., encontraron una posible explicación para la variación individual.
Sus experimentos de laboratorio aislaron una proteína llamada A1 que parece desempeñar un papel decisivo en los efectos de la acupuntura. Si el cuerpo carece de esta proteína, la eficacia de la acupuntura es débil.
Sin embargo, la punción funciona armoniosamente, promoviendo un flujo de energía sin obstáculos. Occidente, aunque no está del todo convencido de los resultados en promoción de la salud de la acupuntura, cada día reconoce más esta práctica.
Muchos médicos de renombre en la antigua China poseían habilidades con la acupuntura, y tenían otra cosa en común: según las antiguas escrituras, eran cultivadores budistas o taoístas.
Estas personas estaban dotadas de gran sabiduría y tenían facultades sobrenaturales que les permitían diagnosticar y tratar enfermedades.