Impresionantes civilizaciones prehistóricas

En Yonaguni los restos de una antigua civilización todavía están de pie silenciosamente, en el fondo del mar, ignorando del tumulto de la tierra…

Hace medio siglo, buceadores encontraron diversos restos de construcciones hechas por el hombre al sur de Yonaguni cerca de la isla de Okinawa – una enorme plataforma con bordes y esquinas, así como calles, escaleras y construcciones de arco.

Un profesor de geología de la Universidad de Tokio explicó que la tierra expuesta de esta área del océano tenía al menos un millón de años, probablemente de la última época glacial.

La ciencia moderna ha asumido que hace un millón de años los seres humanos eran todavía hombres de cueva y cazadores de bestias durante la Edad de Piedra.

 

Naves extrañas

En 1879, un arqueólogo británico Alan Wace descubrió en los murales de la ruina del templo Abydos de Egipto, formas de aviones actuales y una serie de objetos de vuelo similares.

Uno de los diseños se parece al helicóptero de hoy, los otros modelos son similares a submarinos y naves espaciales; incluso fue visto «un OVNI» en esta ilustración de hace tres mil años perteneciente al antiguo Egipto, al menos tres o cuatro de estos objetos voladores tienen características similares a las de los aviones de hoy.

El avión moderno fue desarrollado en el siglo XIX, pero fue visto en pinturas murales egipcias de hace tres mil años.

Uranio

En 1972, una fábrica francesa importó mineral de uranio de Oklo, República de Gabón, África. Para sorpresa de todos, aquel mineral de uranio ya había sido explotado anteriormente.

La forma del uranio se parecía a  los nuestros reactores nucleares de hoy en día, esto atrajo a científicos de todo el mundo para estudiar esta mina.

Los resultados del estudio indicaron que este era, efectivamente, un antiguo reactor nuclear que produjo aproximadamente quinientas toneladas de mineral de uranio con una potencia estimada en cien kilovatios.

El reactor, bien conservado, tiene una estructura razonable y parece haber funcionado hace cinco mil años. Los desechos nucleares generados no se extendieron, pero estuvieron contenidos alrededor de la mina.

Si comparamos el diseño actual de nuestros reactores, parece que la disposición de este reactor antiguo fue mucho más avanzada que la de nuestros centros nucleares de hoy en día.

Los arqueólogos en Chile, desenterraron los huesos de un gigante.

Las limitaciones de espacio sólo  nos permiten mencionar brevemente la civilización Maya, He Tu, el Libro Luo, el Libro de Cambios, historias sobre la Atlántida, las pirámides, y civilizaciones adicionales prehistóricas.

Repitiendo la Historia

Los ciclos de las civilizaciones prehistóricas nos dicen: la historia se repite, tan regular como los movimientos de los planetas.

La gente así como los arqueólogos, comienzan a entender la naturaleza cíclica de la evolución de la civilización humana y a reconocer el verdadero  valor de las leyendas antiguas; especialmente la historia de sus antepasados: el análisis arqueológico ha confirmado la validez de estas historias antiguas.

Los descendientes de civilizaciones antiguas tienen fe en Dios y creen en la causa y el efecto; ellos tenían restricciones morales.

Ellos saben que la ley de la reencarnación de la civilización de las leyendas de todo el mundo es más que Biblia.

Un ejemplo de ello es la historia de la Gran Inundación y otros desastres que destruyeron gran parte de la civilización.

Los motivos para la destrucción de las civilizaciones son los mismos – la corrupción de la moral humana.

Las leyendas antiguas también nos enseñan cómo los seres humanos eran corruptos, y la forma en que se encaminaron hacia la destrucción.

Los pocos sobrevivientes advirtieron a las futuras generaciones.

Pero los seres humanos de hoy toman estas advertencias como cuentos de hadas.

Muchas civilizaciones brillantes desaparecieron; todo que podemos ver son sólo restos dispersos.

Platón dijo, «la civilización de Atlántida fue enterrada en el fondo del mar».

El revestimiento de la historia verdadera de la humanidad nos hará quizás comprender  por qué la gente sabia de aquel período construyó aquellos indestructibles «monumentos».

Las estatuas gigantescas de piedra en la Isla de Pascua miran silenciosamente el Este, con lágrimas sobre sus rostros.

Quizás ellas son las advertencias más preciosa de nuestros antepasados.

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