Por Jack Roberts
Según un destacado experto en la materia, en China se asesina a los presos de conciencia para extraerles sus órganos.
¿Quienes son los presos de conciencia?. Son aquellas personas que son privadas de su libertad por tener libre albeldrío en su elección de creencias, ya sean religiosas o espirituales. Estas creencias al oponerse al gobierno comunista, son castigadas con prisión, torturas y muerte.
La extracción de órganos abastece a una industria estatal de trasplantes en la que se cree que uno de cada cinco receptores de trasplantes procede del extranjero.
Se calcula que los extranjeros son los receptores de 1 de cada 5 de los 60.000 a 100.000 trasplantes de órganos que se realizan en China cada año, según declaró el periodista de investigación Ethan Gutmann en una sesión de preguntas y respuestas en el Foreign Correspondent Club de Tailandia.
La mayoría de los receptores extranjeros de órganos proceden de Asia
La mayoría de los turistas que viajan para comprar órganos provienen de la región asiática, dijo Gutmann a través de Skype al término de la proyección del informe Hard to Believe, un premiado documental sobre la extracción de órganos en China que se emitió en la PBS (Red de televisión Publica ) de Estados Unidos.
Gutmann dijo:
«Según lo que se sabe, el mayor número de turistas de órganos extranjeros, a China, procede de Japón.
Los surcoreanos eran los segundos. Creo que es bastante común, creo que es bastante conveniente por la proximidad, pero también hay mucho que desconocemos.
Hay mucha riqueza y también una población envejecida y listas de espera muy largas en estos paises».
Los taiwaneses solían ser el número más significativo de extranjeros que acudían a China para someterse a un trasplante hasta que su gobierno lo declaró ilegal en 2015 debido a las continuas denuncias de extracción de órganos, entre ellas el libro de Gutmann The Slaughter (La Matanza), publicado en 2014.
En China no hay periodo de espera, a diferencia de otros países con un sistema de donación voluntaria, la industria china de trasplantes utiliza un sistema de adquisición inversa.
La fuente de órganos procede principalmente, de presos de conciencia, entre ellos practicantes de Falun Gong- que son asesinados por encargo, dice Gutmann y sus colaboradores.
Gutmann dijo que los extranjeros pagan al menos diez veces más que un chino por un trasplante de órgano.
«A veces mucho más, especialmente en el caso de los japoneses; son muy malos regateadores en este ámbito, y tenemos casos en los que la gente ha pagado un millón, medio millón de dólares por un hígado».
Dijo que un turista de órganos extranjero podría conseguir un trasplante en un plazo de dos semanas a un mes, añadiendo que este no es el caso de los chinos.
«Hablé con diversos chinos que pagaron el precio correspondiente en China y tuvieron que esperar seis meses».
Gutmann explicó que en el caso de las operaciones que cuestan menos, matan al «donante» que no está dispuesto a donar y extraen múltiples órganos para múltiples receptores.
Gutmann dijo:
«De eso se trata el periodo de espera: están alineando el tejido compatible para poder hacer todo esto simultáneamente y eso lleva tiempo».
Pero Gutmann señaló que su investigación nunca se centró en el turismo de órganos. Por el contrario, el principal objetivo de sus esfuerzos, como los de los destacados canadienses, entre ellos David Kilgour, ex secretario de Estado de Canadá (Asia-Pacífico), y David Matas, respetado abogado de derechos humanos, es saber de dónde obtiene los órganos el Estado chino.
«Creo que esta es la cuestión realmente importante.
Me interesan mucho las víctimas, son cientos de miles de personas, ellos también tenían vidas.
Esto es lo que intento documentar en mi libro.Son personas reales, a veces lo mejor de su cultura, son increiblemente valientes, interesantes…»
En junio, Gutmann y los dos canadienses publicaron un nuevo informe titulado Bloody Harvest/The Slaughter: An Update, en el que constatan que la extracción de órganos en China es mucho peor de lo que se pensaba.
En lugar de 10.000 trasplantes de órganos al año, como citaban los funcionarios chinos, el nuevo informe afirma que en China se realizan entre 60.000 y 100.000 trasplantes al año.
El principal objetivo de la extracción de órganos, según el informe, son los chinos que practican Falun Gong, una autodisciplina basada en la meditación y ejercicios de movimiento lento y que siguen tres principios fundamentales: Verdad-Compasión-Tolerancia.
Los practicantes de Falun Gong son perseguidos en China por el Estado desde 1999, desde entonces se observó un fuerte aumento del número de trasplantes en el país. Sin embargo, en menor medida, uigures, tibetanos y cristianos también han sido asesinados para obtener órganos para trasplantes, dicen los investigadores.
A pesar de la cantidad de dinero que hay en juego -especialmente para los turistas extranjeros de trasplantes-, Gutmann dijo que lo que está ocurriendo en China no es sólo cuestión de dinero. En su opinión, se trata principalmente de una cuestión política. El Estado comunista quiere deshacerse de ciertos grupos.
«El dinero es un gran aliciente que podría describirse como el motor para ello, lo mantiene en marcha, se asegura de que ocurra».
A continuación puedes ver a Gutmann hablar sobre la Cosecha Sangrienta/La Matanza. Increible pero cierto, en pleno siglo XXI, existe una persecusión brutal, sangrienta y sin escrúpulos.