Expresar benevolencia genera benevolencia

Un psicólogo norteamericano contó la historia de una mujer, paciente suya llamada Alicia, quien se deprimió por un fracaso sentimental hace unos años.  Luego se mudó del Este al centro del país.

Poco a poco se relacionó más cálidamente con la gente. Por ejemplo, al salir del parqueadero en la vía la fila de carros siempre era muy larga, pero alguien siempre le cedía la vía.

Siempre se conmovía por tal cortesía y a su vez hacía lo mismo con otros. De este modo recobraba un poco de su felicidad.

Al año, su depresión desapareció.

¿Cómo es que gestos tan pequeños curaron la depresión de Alicia?

Porque ella dio paso a la benevolencia. Al sonreírle a otros se incrementa la concentración de inmunoglobulina en la saliva y se mejora el sistema inmunológico.

Según las investigaciones, se genera una energía transformadora entre el dar y el recibir.  Al dar, una energía de compensación regresa de varias maneras a quien ha dado. Sin embargo, generalmente, quien dio ni siquiera se da cuenta.

Los gestos  favorables a la construcción de buenas y armoniosas relaciones interpersonales incluyen:

  • La oración,
  • el humor,
  • las sonrisas,
  • el respeto,
  • el compromiso,
  • buen carácter,
  • tolerancia,
  • perdón,
  • compasión,
  • lealtad,
  • escucha, etc.

Adaptación: Lina Camarena

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