Por Ben Maloney —
En lo profundo de la selva hondureña se encuentra una ciudad que no ha sido tocada por cientos de años. Una civilización que no puede ligarse a ninguna de las civilizaciones conocidas. Un lugar que el mito y la tradición han llamado la «Ciudad del Dios Mono». Se requirió una operación en helicóptero para acceder a la ciudad y lo que encontraron puede poner a volar tu mente.
Los arqueólogos habían estudiado y cartografiado la zona el año pasado desde el aire. Descubrieron lo que parecían ser grandes montículos, ruinas, plazas y lo que parecía ser una pirámide.
Las ruinas pertenecen a una civilización que ocupó esta zona remota de América Central hace más de 1.000 años y luego desapareció sin dejar rastro. Por primera vez, el pasado miércoles, el equipo pudo visitar el sitio donde descubrieron esculturas de piedra y una gran variedad de animales de la selva, que probablemente no habían sido vistos por los humanos en cientos de años.
El arqueólogo de la Universidad Estatal de Colorado, Christopher Fisher, dijo que el estado intacto del sitio era «increíblemente raro». Continuó señalando que: «El contexto inexplorado es único». Esta condición prístina del sitio es la que ha llevado a los expertos a creer que no se había descubierto durante cientos de años.
Los arqueólogos encontraron 52 artefactos que incluyen asientos de piedra, así como vasos tallados decorados con serpientes, buitres y otros animales.
El equipo documentó los objetos que vieron en el lugar, pero los han dejado sin excavar por ahora.
Para proteger la integridad de la zona, la ubicación exacta se mantiene en secreto.
La leyenda de la ciudad ha crecido por cientos de años. Los exploradores han hablado de una ciudad perdida en la selva profunda. Los indígenas hablaban de una «casa blanca» o una «ciudad blanca» en la que los nativos se refugiaron de los conquistadores españoles. Se habla de ella como un paraíso mítico de donde nadie ha regresado. La leyenda también se refería al lugar como la «Ciudad del Dios Mono», un lugar donde fue construida una gran pirámide con la figura de un mono en la parte superior.
El valle donde se encuentra el sitio tiene algunos de los bosques más densos de todo el continente. Marcos Plotkin, etnobiólogo del equipo, que tiene 30 años de experiencia en la amazonia, dice que: «Evidentemente es la selva tropical menos alterada de Centroamérica».
Plotkin también dijo que la importancia de la ciudad perdida «no puede ser sobrestimada».