Por Des Ford —
La República de Gabón, en África es considerada una fuente rica en uranio. Hace cuarenta y dos años, una compañía minera francesa importó mineral de uranio de Oklo en Gabón, y descubrió que el uranio ya había sido extraído.
Contenía un 0,3 por ciento del uranio-235, mientras que el uranio natural contiene un 0,7 por ciento.
Entonces, ¿a dónde había ido el uranio?
Se encontró que el sitio donde se había hallado el uranio era un reactor nuclear subterráneo, cuya técnica superaba nuestro conocimiento científico actual.
Científicos de todo el mundo se mostraron asombrados y estupefactos por este descubrimiento y fueron a investigar.
Se comprobó que el reactor nuclear tenía 1,8 mil millones de años de antiguedad, y que había estado en operación por alrededor de medio millón de años.
El científico francés Perrin y otros, llegaron a la conclusión de que las muestras de uranio de la planta de Oklo, tenían el mismo nivel de los isótopos presentes en el combustible nuclear usado, generado por las centrales nucleares de hoy.
Estos resultados se dieron a conocer en una conferencia de la Agencia Internacional de Energía Atómica, y los científicos analizaron cómo, en varias secciones de la mina, se descubrieron residuos de combustible y restos de productos de fisión.
El reactor nuclear de la mina tenía varios kilómetros de largo, y cualquier impacto térmico sobre el medio ambiente estaba confinado máximo alrededor de 40 metros.
Esto fue bastante increíble para muchos, y la mina fue etiquetada como «natural».
Hasta la fecha, no se han encontrado otros «reactores naturales» en ninguna parte del planeta.
Pero un hombre, el Dr. Glen Seaborg, laureado con el Premio Nobel por su trabajo sobre la síntesis de los metales pesados, y ex jefe de la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos, contradijo esto.
Explicó que el agua utilizada en el reactor nuclear tenía que ser extremadamente pura, ya que incluso unas pocas partes por millón de contaminantes serían suficientes para manchar la reacción, y llevarlo a un punto muerto.
El Dr. Seaborg se mostró perplejo, al afirmar que en el planeta no existía agua lo suficientemente pura para operar el reactor, y por lo tanto debía haber sido procesada.
Esto lleva a la pregunta, ¿este reactor fue hecho por el hombre?
Por otra parte, varios expertos afirmaron que el mineral de uranio en el reactor de Gabón, nunca había sido lo suficientemente rico en U-235 para que tuviera lugar una reacción natural.
La desintegración radiactiva del U-235 habría sido lenta, incluso, cuando los depósitos se formaron por primera vez, y demasiado baja para que se produjera una reacción nuclear.
Pero la reacción, ¡efectivamente sucedió!
En la actualidad, los científicos están muy interesados en Oklo, por cómo los residuos contaminados aún permanecen cerca de donde fueron generados hace un par de miles de millones de años.
Tienen la esperanza de poder aplicar sus hallazgos en Oklo, a los métodos actuales de eliminación de residuos contaminados.
Quizás en el futuro salga a la luz más evidencia sobre este reactor nuclear a gran escala, el único de su tipo en el mundo.
¿Será posible que el reactor de Oklo perteneciera a una civilización prehistórica?
Una civilización de hace aproximadamente dos mil millones de años, ¡y más avanzada que nosotros en la actualidad!
Aquí hay un enlace a Right.is para ver el vídeo (en inglés).