El nivel de libertad y éxito de una persona está estrechamente ligado a su nivel de autodisciplina. Si fomentas la autodisciplina, podrás explorar oportunidades y ayudar a forjar tu destino.
Veamos un par de historias inspiradoras de personas que lo han conseguido.
Los triunfadores son tenaces
Se dice que Steve Jobs se levantaba a las 4:00 a.m. todos los días cuando era joven y terminaba su trabajo antes de las 9. Jobs dijo:
«La libertad viene de la confianza en uno mismo, y la confianza en uno mismo viene de la autodisciplina».
La autodisciplina es el control de uno mismo y la autoconfianza es el resultado del poder de uno mismo. Sólo cuando aprendas a contenerte y a controlar tu vida con un horario estricto podrás perfeccionar tu autoconfianza. Todos somos adultos, pero ¿cómo puedes desarrollar la confianza en ti mismo si no puedes lograr ni siquiera el control de conducta más básico? ¿Cómo puedes hablar de libertad?
Li Ka-shing, la persona más rica de Hong Kong, es conocido por su diligencia y autodisciplina. Es famoso por su horario de trabajo: No importa a qué hora se acueste, se levanta a las 5:59 de la mañana cuando suena el despertador. Empieza el día leyendo las noticias, luego juega al golf durante una hora y media antes de ir a la oficina a empezar a trabajar. Ha mantenido este mismo horario durante décadas.
Al igual que los atletas profesionales, muchos empresarios gestionan su trabajo, descanso, dieta, hábitos, aficiones, ejercicio físico, deseos, etc. Si consigues hacerlo, estás a las puertas de los «grandes triunfadores». Una persona lo suficientemente disciplinada como para controlar su boca, levantar las piernas e insistir en correr todas las noches también tendrá éxito en el trabajo.
Cuando empecé a trabajar, me di cuenta poco a poco de que la autodisciplina es la piedra angular de la vida: si haces lo que te instas, te resulta fácil ir por el buen camino, encontrar y corregir errores, rendir cada vez más, llevar una vida brillante y estar lleno de energía.
La autodisciplina determina cómo funcionas como ser humano, cómo ejecutas tus decisiones y si puedes o no convertirte en un mejor tú.
La autodisciplina hace triunfar a la gente común
Steve Nash, el jugador de baloncesto profesional favorito de muchos, es un canadiense blanco de cuerpo delgado que ha sufrido graves lesiones en un nervio de la espalda. Aunque es el hombre que ha ganado dos veces consecutivas el título de jugador más valioso (MVP), curiosamente se le considera el «menos talentoso» de las superestrellas del baloncesto.
Sólo 10 jugadores en la historia de la NBA han logrado la condición de MVP en dos temporadas consecutivas, siendo los otros nueve grandes como Jordan y Chamberlain.
Steve Nash es muy disciplinado. Por ejemplo, no come azúcar, fritos ni alimentos procesados. Los días de entrenamiento come seis veces al día: gachas con cereales (sin gluten), almendras fileteadas, frutos secos crudos, fruta, verdura, arroz integral, zanahorias y apio crudo.
Él y su compañero de equipo Grant Hill se animaban mutuamente a no comer chocolate ni alimentos ricos en calorías. A Hill le han pillado incumpliendo las normas de vez en cuando, pero a Nash nunca se le ha visto saltárselas. Nash cree tanto en su rutina que recomienda sus recetas a sus compañeros de equipo.
Como resultado, los jóvenes de los Suns se convirtieron en seguidores de Nash y su rendimiento se transformó. Todo el equipo siguió el ejemplo de Nash con sus hábitos para comer, beber, hacer ejercicio, entrenar y mantener un ambiente saludable.
El éxito de Nash ha dado que pensar a la gente: Si no tienes un talento natural, nunca serás un jugador de baloncesto de alto nivel como Kobe o Maddie; pero si eres lo bastante diligente y disciplinado, puedes ser Nash.
Puede que el llamado adicto al trabajo no sea lo suficientemente disciplinado
Cuando no se trabaja con sentido del ritmo, el tiempo de un adicto al trabajo se llena de trabajo. Tras estudiar la gestión del tiempo, se da cuenta de que hay mucho margen de mejora en su vida laboral.
Es bueno intentar planificar, llevar un diario, priorizar lo más importante, terminar hoy el trabajo de hoy, crear un sistema de gestión del tiempo y equilibrar trabajo y familia. La autodisciplina te ayuda a dar prioridad a lo más urgente y a no distraerte con cosas que pueden esperar o que compiten por tu atención. A primera vista, puede parecer que la autodisciplina te limita, pero en realidad es lo que te libera.
Y al final, la verdad es que eres tan libre como autodisciplinado.