¿Eres de los que aplican el «Ojo por ojo»?

Por Alejandra Juárez

Muchas veces buscamos la aprobación de las personas que nos rodean y nos resulta fácil comportarnos de manera segura cuando nos sentimos seguros, o ser bondadosos cuando son bondadosos con nosotros.

Hay una frase que dice:

«No confundas mi personalidad con mi actitud. Mi personalidad es quien soy, mi actitud depende de quién seas tú».

A simple vista, esta frase parece razonable, es decir, somos con los otros de acuerdo a cómo ellos son con nosotros, lo que quiere decir que si los demás son buenos, yo seré buena; si me tratan bien, yo los trataré bien y si me tratan mal yo haré lo mismo.

Sin tantas palabras, es “Pagar con la misma moneda”, o el conocido «Ojo por Ojo».

El devolver al otro el mismo golpe que nos dió, puede a simple vista parecer algo heroico y totalmente razonable, así demuestro que muy pocas personas se pueden meter conmigo, y si lo hacen yo me haré respetar…

Pero entonces… ¿Soy en función del otro?

¿Qué pasaría si alguien me golpea, o me insulta o me trata mal y yo sigo manteniendo una actitud serena y tranquila?

Ante las mayores dificultades, y los mayores desafíos se verá realmente quién soy.

Ir por la vida, siendo bueno cuando son buenos conmigo, siendo amable cuando son amables y ayudando cuando me ayudan, es una actitud simple y fácil.

La dificultad y el valor de lo que verdaderamente somos, es ver cómo nos comportamos cuando son hostiles con nosotros, cuando pedimos ayuda y no nos la dan.

Nuestro carácter estará determinado en medio de estas dificultades, por ejemplo si pido ayuda a alguien que necesito y me niega su ayuda, pero a las semanas esa misma persona viene a pedirme un favor… ¿Cómo me comporto? ¿La ayudo o le pago con la misma moneda?

«Nuestra manera de actuar determinará quiénes somos, y los conflictos en la vida son pruebas a pasar»

Cuando la vida nos «aprieta», ¿Qué devolvemos nosotros?. Lo que salga de «nuestro recipiente», es lo que tenemos dentro.

Por ejemplo si aprietas una pasta de dientes sale dentífrico, si aprietas una naranja, sale jugo de naranja, es obvio lo que digo… pero lo transportemos a nosotros mismos.

Ante una situación de crisis, ante una pelea, en donde nos sentimos apretados… ¿Qué sale de nosotros? ¿Sale enojo, malestar, ira, angustia…?.

Todo lo que salga de nosotros es nuestro, el exterior solo estará reflejando algo que tenemos.

Entonces… ¿Esto quiere decir que si la otra persona me hace daño es mi culpa y yo tengo que reaccionar y tratarlo bien?

Suena un poco inconcebible para la manera en cómo nosotros como sociedad estamos acostumbrados a manejarnos, pero en realidad cuando alguien me trata mal, la actitud de ese alguien habla más de él o ella que de mí.

Aquí no se trata de culpables, se trata de que las personas damos lo que tenemos para dar, y nos comportamos como aprendimos a hacerlo.

Por ejemplo si mi pareja se levanta con mal humor y me trata mal, y le hago una pregunta y me contesta de mala manera etc, etc… ¿Ante su reacción qué hago?, ¿cómo me comporto?

¿Ante su reacción qué hago?, ¿cómo me comporto? (Foto 42348531 © Rido | Dreamstime.com)

No tomarse nada personal

Una de las cosas más importantes en este caso es no tomar nada personal, ante el ejemplo anterior, yo puedo ofenderme con mi pareja, y tratarla mal también, sumarme a su mala contestación y dar rienda suelta a que se inicie un conflicto, puedo argumentarle que siempre me trata mal, y que yo merezco que me traten bien, etc, etc… pero todo formará parte de lo que a mí misma me está sucediendo dentro mío con la actitud de mi pareja.

Cuando mezclamos nuestros sentimientos con los sentimientos del otro, lo que lograremos es una “ensalada de sentimientos encontrados”. Si el otro dice algo que me lastima y yo reacciono lastimandolo también, nunca llegaremos a una comunicación efectiva y sana.

Si por el contrario no tomó esta actitud como personal, y me mantengo firme en mi accionar y pensar, y con calma espero que el momento tenso pase, daré lugar a que eso no me afecte.

No digo que sea tarea fácil. Si creo absolutamente en que las dificultades que nos suceden son excelentes maestros que vienen a mostrarnos algo de nosotros mismos, está en nosotros elegir verlo o no.

Ante un conflicto… ¿Cómo actúo? ¿Qué sale de mí? ¿Quién soy ante la adversidad?

Si me mantengo firme en mi accionar, y en mi pensar, podré establecer una comunicación mucho más sana con el otro, y podré comunicarle de manera clara lo que me sucede.

Nuestra verdadera personalidad estará determinada con nuestra actitud constante, con nuestra manera de actuar tanto en lo bueno, como en lo malo… Eso definitivamente determinará quiénes somos.

2 comentarios en «¿Eres de los que aplican el «Ojo por ojo»?»

  1. Excelente artículo, como todos sus artículos. Felicitaciones para Alejandra y espero ansiosa su próximo escrito.

  2. Muchas gracias Susana por sus palabras, se las haremos llegar a Alejandra Juarez y esperamos que comparta esta nota con sus amigas, saludos cordiales!

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