Por Ben Maloney —
Ella necesitaba llegar a casa sí o sí, él le ofreció sus últimas 3 libras. Ella era una estudiante británica y él vivía en la calle.
Este gesto desinteresado realmente conmovió su corazón y para saldar su deuda ella recaudó más de 28.000 libras.
Dominique Harrison-Bentzen, una estudiante de la Universidad de Central Lancashire, había perdido su tarjeta bancaria y necesitaba llegar a casa. Un hombre sin hogar llamado Robbie le ofreció dinero para ayudar.
La estudiante de 22 años, dice que rechazó la oferta, pero se sintió tan conmovida por el gesto que comenzó una campaña de donación para que él consiguiera un lugar para vivir.
«Me conmovió un gesto tan amable de parte de un hombre que sufre la indiferencia todos los días, así que me propuse encontrarlo nuevamente»,
dijo Dominique a The Guardian. Cuando llegó a casa publicó un pedido de ayuda en Facebook con el fin de encontrarlo.
«Cuanto más hablaba de él me iba enterando de más gestos de bondad de su parte, como su costumbre de devolverle a los peatones sus billeteras extraviadas intactas u ofrecerle su bufanda a la gente en los días fríos».
Pero eso no fue todo.
Ella estableció un sistema de recaudación de fondos en internet que rápidamente se volvió viral. Cuando finalizó, su meta inicial de 1.500 libras (cifra que había calculado necesaria para que Robbie consiguiera un hogar fijo que le permitiera, a su vez, conseguir empleo) terminó siendo de más de 20.000 libras.
Pero, debido a la abrumadora presión pública, Dominique extendió la recaudación por otras 24 horas. En total, se recaudaron casi 29.000 libras (43.793,77 dólares).
Dominique dijo a The Guardian: «Con la bendición de Robbie, queremos ayudar a tantas personas como podamos. Robbie ya sugirió algunas organizaciones benéficas locales dentro de Preston que lo han ayudado no sólo a él sino también a otros en dificultades”.
Va a quedar demostrado que la bondad no es algo que viene por tener en abundancia, sino que surge de un corazón generoso. El gesto desinteresado de este hombre lo benefició al final, pero no era para su beneficio que ofreció su dinero.
Lo hizo por su corazón bondadoso.
