La cadena de supermercados Tesco, con sede en el Reino Unido, informó que detuvo la producción en una fábrica en China el domingo, después de que el periódico británico The Sunday Times informara que la fábrica utilizó mano de obra forzada para producir tarjetas de navidad, de caridad, para el supermercado.
El odio de Beijing hacia los creyentes religiosos es un fenómeno bien conocido.
Cada año, el régimen comunista aplica políticas destinadas a restringir a los cristianos la observación de sus celebraciones navideñas.
Este año Beijing también fue severo en reprimir las festividades navideñas.
La represión
Las autoridades de regiones como Yunnan, Shandong, Guizhou y Sichuan, pidieron a las iglesias en hogares que no realizaran ningún evento para celebrar navidad.
Se dice que la prohibición solo es aplicable a las iglesias que no se han unido a la «Asociación de los Tres Patriotas» aprobada por el Partido Comunista, una organización que supervisa las actividades de los grupos protestantes del país.
«Temíamos reunirnos en público [porque tales reuniones] han sido designadas como reuniones ilegales… No pudimos celebrar la navidad este año; no pudimos tener ninguna actividad en navidad…
La celebramos hace unos días en diferentes grupos, mientras que en el pasado pudimos celebrarla en reuniones con miles de personas»,
relató un pastor de Shandong a Radio Free Asia.
En la ciudad de Nanyang, las autoridades cerraron otra iglesia. Sin embargo, los creyentes nunca dejaron de orar a su Dios y continuaron celebrando pequeñas reuniones en las casas de los demás.
Un pastor de Guangzhou admitió que se han impuesto restricciones a las celebraciones navideñas en su iglesia y que los centros comerciales de la región no se adornan con adornos navideños.
Una compañía de administración de propiedades en Yunnan emitió un aviso a los negocios locales, advirtiéndoles que no celebraran navidad ya que no es una «fiesta china».
En algunos condados, la administración prohibió las celebraciones y eventos navideños en las escuelas. Los miembros del Partido Comunista tienen prohibido observar la navidad.
El Partido llama a la celebración «opio espiritual». La idea de que la navidad deba ser restringida en el país, ya que no es de origen chino, es algo que ha sido severamente criticado por muchos chinos cristianos.
«Hay autoridades de gobierno, ejecutivos de negocios y de escuelas que ordenan que, en deferencia a la bandera china de cultura y civilización, no celebremos más la navidad. Pero, ¿deben la cultura y la civilización china rechazar otras culturas y civilizaciones?
Si todas las naciones se preocupan sólo por sus propias culturas y civilizaciones, ¿cómo puede tener lugar la integración, a través de intercambios entre culturas diferentes?»,
escribe un sacerdote en Asia News.
Trabajos forzados
Tesco, cadena británica de supermercados, suspendió recientemente la producción de tarjetas de navidad en una fábrica en China, después de que se supo que la unidad de producción utilizaba trabajo forzado.
El incidente fue conocido en la empresa cuando una niña de 6 años, del sur de Londres, descubriera una petición de ayuda en una caja de tarjetas de navidad de caridad.
El mensaje fue aparentemente escrito por un grupo de prisioneros extranjeros de la prisión de Qingpu en Shanghai, y pide al posible lector que notificara a las organizaciones de derechos humanos.
El mensaje también pedía al lector que se pusiera en contacto con Peter Humphrey, ex-periodista que había pasado 23 meses en la misma prisión.
«Me sentí muy sorprendido, pero también sentí la responsabilidad de pasárselo a Peter Humphrey, tal como el autor me pidió que lo hiciera… Me parece muy bien.
Hay injusticias en el mundo y hay gente en situaciones difíciles, sabemos de eso y leemos sobre eso cada día. Hay algo en ese mensaje que tocó nuestro hogar en Navidad… que realmente lo hace muy conmovedor y muy poderoso»,
señaló a BBC el padre de la niña.
En el pasado han ocurrido incidentes similares.
En 2017, una niña de Essex encontró una nota en una tarjeta de navidad con un mensaje que le deseaba buena suerte y felicidad. La nota era de un prisionero de Guangzhou.