Por: Xiao Yue, CHINA GAZE

El Monte Emei (Emei Shan), asentado en el borde occidental de la cuenca de Sichuan, es una de las montañas más famosas de China. Este increíble sitio tiene vínculos profundos con el origen de las artes marciales y el budismo chino. También es un Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tiene una superficie de 154 kilómetros cuadrados y su pico más alto es 3,099 metros sobre el nivel del mar. El Monte Emei es conocido por su alto porcentaje de especies vegetales endémicas, con aproximadamente 200 especies distintas de familias de plantas. Este ecosistema excepcional también es rico en especies animales con 2,300 especies, en las que se incluyen especies en peligro de extinción.
El Monte Emei es una de las cuatro montañas sagradas budistas de China y es considerada también por tradición como el Bodhimanda, o lugar donde Bodhisattva Samantabhadra alcanzó la iluminación. En determinadas épocas del año, se puede ver un anillo de luz como un arco iris, algo parecido a una aureola, que se eleva desde el pico del monte. Lo llaman el «Halo de Buda».
El Monte Emei tiene 76 templos budistas, donde los chinos han adorado a Buda desde la antigüedad. Hoy en día, miles de visitantes pasan su tiempo en el Monte Emei para admirar una salida del Sol majestuosa, dentro de un mar de nubes, templos antiguos, plantas raras, y una enorme estatua de Buda, el Buda Gigante de Leshan. Hermosas vistas pueden observarse desde la parte superior de la montaña, conocida como la «Cumbre de oro».



El “Halo de Buda”: Hay un enorme anillo de arco iris de luz que en ocasiones aparece en el pico de la montaña. Cuando el anillo de arco iris cruza con las nubes, las personas pueden ver sus sombras dentro de las nubes, rodeada con todos los colores del arco iris. El fenómeno deja una impresión mística de la maravilla de esta espiritual montaña. Curiosamente, cada persona sólo puede ver su propia sombra en el anillo del arco iris, pero no la de ningún otro.