Por Emma Lu
¿Por qué el exitoso empresario Feng Zhenguo, que estableció y dirigió una exitosa fábrica de muebles en China, escapó con su esposa a Canadá? ¿Qué les llevó a fugarse de China?
Feng Zhenguo creó y dirigió una rentable fábrica de muebles en la provincia china de Hebei. Este hombre de negocios, llegó a ser muy conocido y buscado por su excelente artesanía. Bajo su experta gestión, la fábrica se expandió. Sin embargo, el sentimiento de autosatisfacción de Feng duró muy poco.
Este próspero negocio pronto se convirtió en la «vaca lechera» del funcionario local.
Los intentos de extorsión del funcionario comenzaron, según Feng, por la implicación de su madre en la práctica de Falun Gong, en su ciudad natal de Heilongjiang.
Cabe aclarar que Falun Gong es una práctica libre y gratuita que eleva los valores morales, tiene ejercicios suaves y energéticos que ayudan a la salud física y espiritual, esta práctica, desde 1.999 es perseguida por el Partido Comunista Chino.
Siguiendo con la historia de este exitoso empresario, su madre fue detenida por distribuir folletos informativos y pasó 15 días en un centro de detención. Aunque Feng Zhenguo y su esposa no eran practicantes de Falun Gong, la comisaría local los llamó y les informó que debían «ocuparse» de esta «situación familiar».
A medida que la fábrica de muebles de Feng Zhenguo prosperaba, las visitas de los funcionarios locales se hacían más frecuentes, aludiendo explícitamente a los antecedentes de su madre y chantajeándole para que les pagara más y más dinero si quería evitar problemas.
Un funcionario le pidió específicamente un trabajo de retapizado para sus muebles. El valor del trabajo superaba los 8.000 dólares. El funcionario decidió pagar sólo 700 dólares y si no aceptaba esto, lo amenazó con hacer informes de que Feng no había pasado la inspección de seguridad contra incendios o que en su fábrica se utilizaban trabajadores ilegales de paso.
Dijo Feng:
«Basicamente, los funcionarios comunistas se inventarán razones que no puedes entender ni imaginar sólo para chantajearte; no quieren acabar con tu negocio, solo quieren cortarte «las alas» poco a poco porque saben que tienes que seguir ganando más dinero para que te sigan extorcionando».
La actividad de la fábrica fue lenta durante el periodo de cierre tras el brote de COVID-19 de 2020. Entonces, en abril de ese año, la esposa de Feng Zhenguo, Han Yanjing, asistió a una reunión familiar cristiana a petición de un amigo para rezar por el bienestar y la seguridad de todos. No sabía que la policía pronto llamaría a su puerta.
Han Yanjing dijo que un agente de la policía local empezó a visitarla en su casa. Le dijo que la habían denunciado por participar en una «concentración ilegal», pero le aseguró que no dejaría que las autoridades superiores se enteraran si ella le pagaba.
Se marchó después de que ella le diera 700 dólares. Ella no esperaba que el chantaje continuara después de ese encuentro inicial, pero el funcionario siguió inventando mentiras y dijo que denunciaría que su fábrica no cumplía las normas de seguridad. En una ocasión, incluso arrastró una pila de muebles muy desgastados y exigió que se los arreglaran.
Han declaró:
«Me dijo que, debido a la asamblea cristiana ilegal, la jerarquía de la policía también estaba al tanto de ella y dijo que nos acarrearía muchos problemas, incluso al líder del grupo de oración original.
En otra ocasión, vió un toldo de madera hecho a mano expuesto en nuestra fábrica y me preguntó cuánto costaba, afirmando que se adaptaría muy bien en su patio. Afirmó además que podía arrestarme si cobraba dinero por ese toldo. Inmediatamente le dije «llevate el toldo» y a los pocos días vino y lo confiscó».
Feng Zhenguo y su esposa intentaron vender su fábrica
Estos incidentes se produjeron en muchas ocasiones, dejando a Feng Zhenguo y a su mujer exhaustos. Feng Zhenguo dijo que había invertido al menos 420.000 dólares en su fábrica y, a pesar de la epidemia de COVID-19, no experimentaron ningún contratiempo, ya que el número de pedidos que recibían se mantuvo notablemente estable.
A pesar de todo, la pareja decidió vender la fábrica.
La primera oferta realizada fue de 280.000 dólares. Tras medio día de negociaciones, el comprador retiró repentinamente su petición. Después de eso, llegaron unas cuantas ofertas más para comprar la fábrica, pero cada una de ellas fue invariablemente obstaculizada.
Finalmente, Feng se enteró de que un dirigente de la Oficina de Seguridad Pública había encontrado a alguien que hiciera una oferta de 5.640 dólares y planeaba forzar un acuerdo. De lo contrario, no podrían conseguir ni un céntimo.
Todo este calvario dejó a Feng Zhenguo al borde de la desesperación. El hermoso hogar y los sueños por los que tanto había trabajado acabaron siendo pisoteados por el Partido Comunista Chino (PCCh) y destrozados.
En un momento dado, se llenó de lágrimas y no pudo seguir recordando el episodio.
Finalmente, declaró emocionado:
«De repente, un día, me di cuenta de que no eres un empresario en absoluto, sólo eres un trozo de carne en la guillotina, y en ese entorno, no tienes forma de controlar tu destino, y cualquier cosa que quieras hacer es sólo un deseo, no importa.
En el gran esquema de las cosas, no eres nada en el «sueño chino» del PCCh»
La pesadilla no terminó ahí. Una vez que los funcionarios no pudieron seguir utilizándolo como «gallina de los huevos de oro», volvieron a decir que la antigua participación de su esposa Han Yanjing en la «asamblea ilegal» no podía seguir encubriéndose y que había que ocuparse de ella.
Esta noticia les obligó a abandonar China y a buscarse otra vida en Canadá.
Tras establecerse en Canadá este año, ambos recibieron visados de trabajo canadienses.
Feng Zhengguo empezó a trabajar en una empresa de reformas, y Han Yanjing trabajó como empleada doméstica.
Dijo Feng Zhenguo:
«Canadá nos mostró tolerancia, amor, verdadera libertad y dignidad, cualidades que nunca habíamos experimentado mientras estábamos en China.
Trabajo como carpintero y soy muy respetado en Canadá, mi jefe y mis clientes dicen que hago un trabajo excelente, algo que nunca había experimentado en décadas.
Fui capaz de hacer un gran trabajo con mi negocio en China en ese duro entorno, así que ¿cómo no iba a hacer un buen trabajo en Canadá?.
La raíz de este problema está en el Partido Comunista Chino. No estoy en contra del pueblo chino; estoy en contra del Partido Comunista Chino».
La pareja no sólo luchó por sus medios de vida y sus carreras, sino que se involucró activamente en campañas contra el Partido Comunista.
Feng Zhenguo dijo que no tienen miedo de levantarse y hablar porque el Partido Comunista quiere que la gente tenga miedo y silencia automáticamente sus voces, y la gente no debe dejar que se salgan con la suya, usando su manipulación y sus malas acciones.