Por Xiang Long
No importa la posición de uno, el verdadero destino no puede ser cambiado
El octavo emperador de la Dinastía Song del Norte, Song Huizong, tenía mucho talento y fue un hombre de grandes logros en caligrafía y pintura. En particular, el estilo de caligrafía llamado “Grácil de Oro” creado por Huizong es muy único y nadie podía rivalizar con él en este aspecto. Este emperador daoísta también creía en el destino y a menudo pedía a los adivinos daoístas que le dijeran su futuro.
El emperador Huizong mantuvo el trono durante 25 años. En los últimos años de la Dinastía Song del Norte, las fuerzas del reino de Jin lanzaron una invasión por el lado sur. Cuando las fuerzas de Jin se aproximaban a Bianjing (actualmente Keifeng), Huizong tenía tanto miedo que pasó el trono apresuradamente al príncipe Zhao Huan y se convirtió en un emperador retirado.
La leyenda dice que después de que Huizong abdicara a su trono, hizo un viaje de incognito con sus guardaespaldas para inspeccionar a su gente en varios lugares del campo. Cuando vio a tanta gente sin hogar mendigando comida en las calles y la caótica situación en las áreas urbanas y suburbanas, Huizong se puso muy triste. Cuando estaba a punto de regresar al palacio, divisó el puesto de un adivino, el cual destacaba en la bulliciosa calle. Al ver a un hombre mayor de pelo gris sentado tranquilamente frente al adivino, Huizong de repente quiso consultarle.
Al acercarse al adivino, Huizong pensó que no debía revelar su fecha de nacimiento a otros, ya que era un emperador. Por tanto pidió al adivino que predijera su futuro según un carácter chino que iba a escribir. Cuando el adivino le dio un pincel y un papel para anotar un carácter chino para analizarlo, Huizong tuvo miedo de que su identidad fuera reconocida por su estilo de caligrafía del “Grácil de Oro”. Tras pensarlo un poco, decidió pedirle al adivino que escribiera el carácter de “caballo” por él.
Después de echar un vistazo al carácter de “caballo”, el adivino de repente cambió su semblante y se levantó para hablar con Huizong de un modo muy educado, diciendo que no era de ninguna manera una persona común. Fue realmente difícil para Huizong creer que el carácter escrito por otra persona en su nombre podría revelar su identidad.
Inesperadamente, se sintió incluso más sorprendido por las siguientes palabras mencionadas por el adivino:
– “Si miramos el carácter de caballo boca abajo, simboliza de hecho el carácter de maestro, con tres trazos a los lados y cuatro puntos en la parte de abajo. Como el carácter de maestro está boca abajo, ya no eres emperador, y los tres trazos del lado pueden significar que tu futuro no irá muy plácidamente. Juzgando por el hecho de que los cuatro puntos en la base están desconectados, sufrirás muchos años de caos”.
Aunque Huizong era un emperador que creía en sus funcionarios corruptos y era adicto a una vida de vanidad, después de escuchar lo que mencionó el adivino, no se atrevió a perder su temperamento en el lugar. Simplemente se marchó inmediatamente después de dejar algunas monedas de plata.
Después de regresar al palacio, Huizong convocó a un sacerdote daoísta para que realizara un ritual con el propósito de derrotar al reino invasor de Jin y salvar a su caótica nación. Desafortunadamente resultó ser verdad que el destino no podía ser cambiado. Sus tropas fueron derrotadas por las tropas del reino de Jin desde los cuatro puntos cardinales. Finalmente, después de que Bianjing fue conquistado, fue capturado y conducido a Wukuocheng del norte (actualmente ese viejo condado del norte de Ilan es la provincia de Heilongjiang).
Huizong sufrió tremendas torturas en el camino y después fue puesto bajo arresto domiciliario en Wukuocheng. Fue sometido a varios tipos de tortura y persecución y finalmente murió por enfermedad y una extrema melancolía, cuando tenía 54 años. Durante su encarcelamiento, la tortura mental, el remordimiento y la pena que sufrió se refleja en los poemas que escribió.
De esta historia de Huizong, podemos entender que el destino de un hombre está predestinado. Sin importar cuán talentoso y capaz uno pueda ser y no importa si uno es solo una persona común o un emperador supremo, el destino de uno nunca puede ser cambiado, ni siquiera con trucos de magia.