Años más tarde, la relación entre las dinastías Han y Xiongnu mejoró. A Su Wu se le permitió regresar a China y Li Ling fue a despedirlo. Durante la despedida, los dos buenos amigos se dieron un festín y Li Ling cantó y bailó.
Fue de la misma forma que la última vez, cuando Li Ling visitó por primera vez a Su en el Mar del Norte y Su fue tomado en cautiverio por los Xiongnu; pero esta vez, Li Ling se despidió de Su, que regresaría a su tierra natal.
Li Ling le comentó a Su:
«Ahora te has vuelto famoso en Xiongnu y un héroe en Han. ¡Serás registrado en los libros de historia como un héroe que es más significativo que los héroes representados por los pintores!
Si la corte de Han no me castigaba, yo también esperaba capturar a Chanyu, el gobernante de Xiongnu, para redimir mi crimen, pero el Emperador de Han me ha castigado seriamente a mí y a todo mi clan.
No me queda nada en Han que me importe. Te estoy diciendo estas cosas para que conozcas mis verdaderos sentimientos. A partir de ahora, nos separaremos para servir a diferentes estados y esta será la última vez que nos veamos».
¡Un paso en falso puede causar un arrepentimiento de por vida! Li Ling en ese momento estaba en una situación entre la espada y la pared. No hay palabras para describir sus complicados sentimientos. Se arremangó y empezó a bailar y a cantar;
Encaminándose directamente al desierto a diez mil li;
Como general, dirigí la lucha con el Xiongnu;
Nuestras flechas se agotaron y nuestros cuchillos se rompieron, arrinconandonos;
Mis ejércitos fueron aniquilados y mi reputación se fue por el desagüe;
Mi madre está muerta y no hay forma de que pueda pagar.
Después de cantar, Li Ling gimió varias veces, empezó a llorar y después se fue.
Song Yu, un poeta chino del pasado, una vez comentó:
«Una canción es para transmitir los sentimientos con palabras y la danza es para transmitir el significado con los movimientos».
Bailar es la mejor manera de revelar los verdaderos sentimientos. El baile de Li Ling mostró sus experiencias desde el día en que se alistó en el ejército hasta hoy y expresó su profundo pesar por la decisión que tomó.
Dos buenos amigos, uno era un traidor a su país y el otro un fiel servidor de su país. El marcado contraste entre ambos ha quedado para siempre grabado en la historia .
Después de que Su regresó a China, el emperador Zhao de Han lo recompensó con una abundancia de regalos y tierras y lo nombró oficial a cargo de los estados minoritarios. Su continuó viviendo una vida sencilla y entregó la mayor parte de su riqueza.
Su Wu murió a la edad de 83 años. La historia de Su Wu, de devoción y lealtad a su patria, a pesar de sus dificultades en cautiverio, ha sido transmitida durante generaciones como ejemplo para el pueblo chino.
Traducido del chino por Chua BC y editado por Angela
Fuente: The Epoch Times
