El arco de oro y las flechas de plata

Por Ying Ma

Incluso después de perder su recompensa, el héroe siguió ayudando a los demás

Er Chang y su marido, Yi Hou, vivieron durante la dinastía del emperador Yao. Fueron muy amables y siempre ayudaron a los demás.

Por Xiao Yuncong (蕭雲從) – Impresión de la dinastía Qing de 1645. Taipei: Museo del Palacio Nacional, dominio público.

Un día aparecieron nueve soles en el cielo.

Hacía mucho calor y la tierra parecía arder. La gente moría, las plantas y los vegetales se quemaban y los ríos se secaron. Al mismo tiempo, los demonios y los monstruos que vivían en las montañas y los ríos salieron para hacer daño a la gente.

Yi Hou estaba muy triste al ver a la gente sufrir, él quería ayudar. Fue así de este modo que se despidió de su amada esposa, Er Chang, y se embarcó en un viaje para encontrar el legendario arco mágico con sus flechas.

De artista desconocido, según Tang Yin (1470-1524) – La diosa de la luna Chang E. Nueva York: The Metropolitan Museum of Art., Dominio público.

Escaló las 81 montañas, vadeo por 81 ríos y pasó por 81 valles. Después de un arduo viaje, finalmente encontró a la Reina Madre del Oeste en las montañas de Kunlun. La Reina Madre de Occidente le dio el mítico arco mágico dorado y una bolsa de flechas de plata. Entonces, fue que se arrodilló delante de la reina madre para expresar su gratitud.

Cuando volvió, él utilizó el arco mágico y las flechas de plata para derribar a los ocho soles. La tierra prosperó una vez más: una zona verde reapareció en las montañas, los agricultores cosecharon sus campos y la gente volvió a retomar su vida.

La Reina Madre de Occidente al ver esto recompensó el desinterés de Yi Hou con una jarra de «elixir de la vida» que al beberla le permite a las personas vivir para siempre. Yi Hou llevó el elixir a su esposa y le dijo:

«Ahora seremos capaces vivir y amarnos por siempre. Bebe la mitad del elixir y deja la otra mitad para mí«.

Er Chang se limitó a escuchar lo que su marido le preguntó y al escucharlo se sintió aturdida inmediatamente. Bebió del elixir y le dio la parte restante a su marido, pero esta cayó al suelo y se derramó en el piso.

Yi Hou se enojó y le culpó del accidente y se fue a buscar comida.
Cuando regresó, buscó a Er Chang y no pudo encontrarla. Salió corriendo de la casa y vio que su esposa iba ascendiendo hacia la luna.

Chang’e vuela a la luna. De Werner, E.T.C. (1922).

Yi Hou se puso muy triste. Sintió que después de pasar por muchas dificultades y tener éxito, al final, lo que le esperaba no era en realidad la felicidad y el amor, sino la separación.

Aunque profundamente afligido por lo vivido, Yi Hou perseveró en ser generoso y ayudar a los demás.

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