Expresiones chinas
Un día, Confucio vio a una persona sentada llorando al costado del camino. Entonces, le preguntó por qué lloraba tan tristemente. Ésta le contestó:
“Lloro porque cometí tres errores irreparables. Me siento tan triste cada vez que pienso en ello… Cuando era joven estudié ambiciosamente, descuidando a mis padres, y ellos, por el contrario, tuvieron que ocuparse de mí. No puse todo mi corazón en el trabajo, justificándome con que yo estaba alejado de los asuntos mundanos, lo cual obstaculizó mi ascenso.
Desde la infancia, he sido hostil con las personas, por eso nunca nadie quiso ser mi amigo. Ahora estoy viejo y me siento muy solo. Soy como el árbol que desea permanecer quieto, más el viento no se detiene.
Quisiera enmendar mis errores, pero ya es demasiado tarde, mis padres han partido hace tiempo, ya nadie me da una oportunidad para ser su amigo y estoy demasiado viejo para retomar mi profesión. Siempre que recuerdo estos errores, la pena me agobia”.
La expresión “El árbol que desea permanecer quieto, más el viento no se detiene” es una analogía de aquellas personas que quieren hacer algo pero a las cuales las circunstancias ya no se lo permiten.