Por Luke
La tasa de parejas chinas que se divorcian se disparó recientemente en Beijing y Shanghai, las dos ciudades más prósperas de China, después de los anuncios sobre los aumento de impuestos a la propiedad.
Datos de funcionarios de Beijing muestran 40.000 nuevos divorcios en los últimos nueve meses. Se trata de un aumento del 41 por ciento sobre la tasa de divorcio del 2012.
Los datos del Centro chino de Comercio en Shanghai mostraron que, debido a las preocupaciones por los más altos impuestos a la propiedad, la tasa de divorcios aumentó en un casi 40 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2012.
Pero en las metrópolis del suroeste de Chongqing, donde no se aplica el impuesto a la propiedad, la tasa de divorcios sólo aumentó un 7 por ciento.
En marzo de 2013, las autoridades chinas anunciaron un incremento a nivel nacional en impuestos a la propiedad, tomando un porcentaje del 20 por ciento a los dueños que vendan sus casas.
Sin embargo, en determinadas disposiciones, una pareja divorciada puede vender sus bienes inmuebles con su propio nombre y ser eximidos de pagar el impuesto adicional.
De acuerdo con un informe del Diario de la Juventud de Beijing, la tasa de divorcios en la capital es mucho mayor ahora que cuatro años atrás.
Zhang Dawei, director del grupo de investigación Centaline de Beijing, dijo a periodistas de AFP: «Algunas personas solo se divorcian para vender su propiedad y estar exentos de pagar el impuesto a la propiedad, no tardarán en volver a casarse«.
Agregó que divorciarse es la única forma viable para las parejas de evitar el impuesto sobre bienes inmuebles.
Debido a los altos precios inmobiliarios en los últimos años, el impuesto a los bienes raíces puede llegar a cientos de miles de dólares si esta ley tributaria se aplica plenamente en todas las ciudades de primer nivel de China.
En el pasado, los propietarios fueron gravados únicamente con el 1 o 2 por ciento, luego de ser dueño de la propiedad por más de 5 años, los propietarios no estaban obligados a pagar impuestos.
Zhang Dawei dijo: «La tasa de divorcios se mantuvo alta en los últimos años sólo en las ciudades donde aplica las limitaciones de compra y el aumento de impuestos a la propiedad. Pero los políticos no son capaces de llenar las lagunas jurídicas de esta política«.
Y agregó: «Esta es una zona gris. Si una pareja quiere el divorcio, el gobierno no puede interferir”.