¿De dónde vienen la fama y la riqueza?

Por Emma Lu

Fama y riqueza es lo que busca la mayoría de la gente, pareciera que algunas personas viven sólo para conseguirla; sin embargo, es algo que no puede encontrarse por medio de una búsqueda obstinada, sino a cambio de la acumulación de virtud y del resultado de buenas acciones.

He aquí dos historias breves que ayudan a explicar el origen de la fama y la riqueza.

Palabras preciosas en la recámara

Durante la dinastía Qing, Zhang Xiongluo nacido en Henan, se casó con una hermosa joven de su pueblo. Sin embargo, la novia lloró amargamente en su noche de bodas y Zhang le preguntó por qué.

Finalmente, la novia dijo:

«Cuando era niña, mi padre me prometió a Shi. Más tarde, mi padre se disgustó por su pobreza y le obligó a retirarse del matrimonio, así que me tuve que casar contigo».

Zhang no sabía cómo manejar este asunto, lo que suponía un grave problema. La novia quería morir, pero Zhang Jun no podía quedarse de brazos cruzados, así que dijo:

«Shi es mi buen amigo. Debo dejar que te cases felizmente con él. No debes quitarte la vida».

Esa noche, Zhang durmió en la otra habitación. Al día siguiente, contó a sus padres lo que le había ocurrido a la novia, entonces rápidamente enviaron a alguien a llamar a Shi y, sobre todo, a buscar una habitación libre para consumar el matrimonio.

La familia Zhang entregó su dote a Shi y envió al casamentero original para que se la transmitiera al padre de la mujer:

«Tu hija ya estaba prometida a Shi, y ahora están juntos y felizmente casados. Tendrás que demandar al funcionario de justicia si no estás de acuerdo».

El padre de la novia temía una demanda y no se atrevió a oponerse. Así pues, dejó que el matrimonio de su hija y Shi siguiera en pie.

Ese año, Zhang Xiongluo fue aceptado en los exámenes imperiales y los superó con éxito.

Posteriormente, se incorporó al gobierno y ascendió hasta el cargo de Gongzhan: funcionario encargado de los asuntos de palacio.

Mientras tanto, Shi también aprobó los exámenes imperiales y su esposa tuvo una hija. Más tarde, su hija se casó con un miembro de la familia Zhang y sirvió al anciano Zhang con gran piedad filial y virtud.

Zhang Xiongluo ayudó a su amigo, lo que fue muy noble. Posteriormente, se convirtió en funcionario del gobierno, y la hija de Shi, su nuera, le sirvió con piedad filial y respeto.

El comportamiento de Zhang no sólo preservó la naturaleza humana de la pareja, sino que también siguió la voluntad de Dios.

Como resultado, el Cielo también estaba satisfecho con el buen karma que habían hecho, beneficiándose a sí mismos y a los demás.

La fama y la riqueza proceden de la virtud

Cai Kunyang, natural del condado de Deqing, era erudito en el noveno año de Kangxi (1670). Ya tenía 40 años, pero no tenía hijos. Así que su esposa ahorró discretamente 30 monedas de oro y le compró una concubina.

Su intención era que le diera un hijo a su esposo y que la familia Cai continuara.

Cuando la concubina entró en la habitación, no paraba de llorar. Cai Kunyang se sintió extraño, así que le preguntó por qué lloraba. Al principio, la concubina no se atrevió a decirlo, pero cuando Cai le volvió a preguntar, ella dijo la verdad.

Resultó que la concubina ya estaba casada, y su marido no podía pagar la deuda contraída con los soldados del Emperador, por lo que la pareja estaba separada.

Aquella noche, Cai fue rápidamente a casa del marido de la mujer y le dijo:

«No es difícil pagar la deuda. Puedo resolvértela. Sin embargo, no puedo ir a casa esta noche, ya que una vez que lo haga, no podré demostrar que soy sincero»

Así que durmió en casa del marido de la mujer.

Al día siguiente, cuando los soldados vinieron a cobrar el dinero adeudado, Cai dijo:

«Habéis violado la ley para forzar la deuda, pero no los molestaré ahora. Traedme la nota de débito y se la devolveré enseguida».

Los soldados nunca habían conocido a un hombre tan justo y se sintieron inmediatamente conmovidos al aceptar el dinero adeudado y devolverles la nota de débito.

Una vez pagada la deuda, Cai envió a alguien a llevar a la mujer en un palanquín de vuelta a su marido, y éste les dio otras 30 piezas de oro para vivir.

Después, la mujer de Cai se quedó embarazada y dio a luz a un hijo. En el noveno año de la era Kangxi, Cai también se convirtió en el erudito más importante.

Cai era generoso y recto y no pensaba en la pérdida sufrida. Le preocupaba más salvar el matrimonio de la pareja. Su fama y riqueza procedían de su virtud y de sus buenas acciones acumuladas.