Por Lilia Santana M.
Algunas personas dicen, no daré un paso atrás ni para tomar vuelo, lo cierto es que en ocasiones, para avanzar, hay que retroceder.
La reflexión y reconocer que nos hemos equivocado es un paso que nos permite dar un giro para re tomar decisiones conscientes y acertadas.
Dar un paso atrás nos permite resolver problemas y corregir nuestro camino, pero lo más importante es conscientizar y hacernos responsables de que es urgente un cambio.
En la vida se nos ha enseñado a crearnos metas y propósitos para alcanzar nuestros sueños, pero no nos preparan para renunciar a ellos.
La realidad es que una renuncia a tiempo siempre será un éxito y no un fracaso
Muchas veces, las personas nos empeñamos en conseguir algo que ya no nos beneficia, que puede afectar a otros o incluso puede perjudicarnos, haciéndonos perder el tiempo y energía, y por otro lado, realizar esa acción, nos puede conducir a un laberinto sin salida.
Es por esto que a algunas personas reflexionan si hay que dar un paso atrás o no y, a la vez, les cuesta trabajo hacer un cambio y tomar nuevas decisiones.
Cuando el miedo a equivocarse y a comenzar de nuevo las aborda, ellas siguen un patrón de adaptación que les permite predecir el peligro y puedan escaparse de la situaciones a resolver y también, puedan bloquearse a sí mismas y cerrar la oportunidad de aprender a enfrentar situaciones nuevas.
Es cuando, asumir que podemos hacer un cambio a tiempo en nuestras acciones, permitiéndonos dar un paso atrás para encontrar un nuevo rumbo, viene siendo un acto de valentía y de auto conocimiento que nos hace más fuertes y, seguramente, más felices.
Dar un paso atrás implica tomar una decisión personal e intransferible
Por mucho que cueste la elección en nuestra vida, esta viene siendo fundamental, porque se realiza con conciencia, responsabilidad y coherencia.
Según una investigación científica, para tomar decisiones o elegir nuestras acciones hay que hacerlo creativamente.
Esto es porque, una toma de decisiones desde la creatividad implica intentar ver los problemas desde perspectivas diferentes y ver las cosas con nuevos ojos.
Elegir con creatividad conlleva librarnos de prejuicios e intentar no encajar el pensamiento en un lugar que haga imposible el cambio de rumbo, para lo que se requiere hacer un esfuerzo mental adicional.
Así mismo, para elegir con creatividad, hay que tener confianza en uno mismo.
Cuando nos encontramos ante una situación conflictiva, podemos tomar dos actitudes diferentes, afrontarla o darle la espalda, esta segunda actitud podría generar un problema mayor en el futuro, por lo que es importante reflexionar.
Cuando se reflexiona, hay que sopesar lo bueno y lo malo de una situación y discernir si hay que hacer un cambio y seguir ese camino o es preferible cambiar de rumbo.
Al respecto, el medio Expansión señala que dar un paso atrás, se trata de pasar a la acción y volver a invertir en el futuro.
El paso atrás puede ofrecer la oportunidad de tomar un camino distinto que al final resulte determinante para nuestro destino. Y para ello conviene olvidar los prejuicios que limiten nuestra capacidad de re colocarnos.
El dicho “no daré un paso atrás ni para tomar vuelo” es un refrán poco práctico para cuando una persona quiere avanzar realmente y hacer lo correcto, aunque el precio sea difícil, pues el hecho de resolver algo complicado trae a la persona un nuevo camino y nuevos escenarios para la vida.
Buda dijo:
«Todos los actos incorrectos vienen de la mente.
Si la mente cambia, ¿cómo podrían permanecer esos actos?»