Por 安德思在台灣 Andrés en Taiwán
Los gobiernos de casi todos los países han respaldado sus discursos y estrategias contra el coronavirus en las políticas de la Organización Mundial de la Salud.
De esta forma, alivianan la presión en la toma de las decisiones sanitarias necesarias que van en severo detrimento de sus economías.
Esto estaría bien si la OMS se ocupase netamente de reunir los consensos de los principales referentes médicos del mundo y elaborara recomendaciones sanitarias oportunas.
Pero la emergencia del coronavirus ha mostrado una realidad muy diferente sobre este organismo, cuya negligencia abrió la puerta para que el brote surgido en China se convirtiera en pandemia global.
En vez de asumir una perspectiva científica, la OMS básicamente se puso en línea total con la postura política de encubrimiento de la dictadura comunista china.
Soslayó sistemáticamente la gravedad del contagio durante el primer mes desde que el régimen reconoció el brote, a pesar de las evidencias del contagio de persona a persona.
Al mismo tiempo pedía no restringir los viajes con China y alababa a la dictadura comunista mientras ésta ocultaba la información y perseguía a quienes informaban sobre el virus.
Esto es lo que permitió sembrar las semillas en el mundo para el contagio global.
Negligencia
Te preguntarás cómo ha podido la OMS cometer tal negligencia. La respuesta está en el trasfondo de su director general y su llegada al cargo.
Tedros Adhanom Ghebreyesus es el primer director general de la OMS que no posee un título de medicina.
Ex funcionario de salud del régimen dictatorial comunista de Etiopía, Tedros ganó la elección de la OMS en 2017 en medio de acusaciones de haber disfrazado tres epidemias de cólera bajo la clasificación de «Diarrea aguda por agua».
De hecho, la elección se dio mientras decenas de etíopes protestaban contra Tedros frente a la sede de la ONU en Ginebra, denunciando su complicidad en el grave historial de derechos humanos del régimen del que formaba parte.
Dicho historial incluye genocidio contra minorías, masacres a manifestantes y encarcelamiento y torturas a periodistas y opositores.
Tedros se aseguró la elección, por un lado, gracias a los votos de los más de 50 miembros de la Unión Africana. La mitad de estos países sufren dictaduras violentas, y prácticamente la otra mitad tienen amplios historiales de violaciones de derechos humanos y libertades restringidas.
Pero esos votos aún no alcanzaban. Según informes periodísticos de Washintong Post, Sunday Times, entre otros, lo que le dio a Tedros la victoria fue el incansable lobby del régimen comunista chino.
La columnista Frida Ghitis escribió al respecto en el Washington Post:
«La victoria de Tedros también fue una victoria para Beijing, cuyo líder Xi Jinping ha hecho público su objetivo de flexionar los músculos de China en el mundo».
A poco de asumir, Cedros nombró a uno de los dictadores más crueles de la actualidad, Robert Mugabe, de Zimbabwe,como «Embajador de buena voluntad de la OMS”.
La designación produjo un escándalo y debió dar marcha atrás unos meses después. Dicho nombramiento sin sentido alguno sólo puede entenderse como una devolución al régimen chino, que tiene como aliado íntimo al dictador de Zimbabwe en su cruzada por hacerse de los recursos minerales de África.
En el mismo afán de complacer al régimen chino, la OMS nunca invitó a Taiwán a participar de las reuniones durante su mandato.
Pero, ¿cómo es que Tedros está tan atado al régimen chino?
China es el principal socio comercial de Etiopía y es eje de la ambiciosa nueva «ruta de la seda” que planea el régimen chino en su paso por Africa hacia Europa. De hecho, sus inversiones en infraestructura y construcciones han cambiado por completo la fisonomía de su capital.
Sin embargo, según la columnista Barnini Chakraborty de Fox News, las inversiones no han cosechado la ganancia esperada.
Si China dejase de invertir en Etiopía, sería una debacle económica para ese país. En ese contexto, las inversiones chinas en Etiopía penden de un hilo: el hilo político respecto de China.
Y acá es donde la actitud de Tedros al frente de la OMS juega un papel clave para la economía de la dictadura de Etiopía.
El resultado es lo que hemos visto desde la detección del nuevo coronavirus: Mientras el régimen chino ocultaba el inicio del brote y sigue ocultando las cifras reales de contagios y muertes, la OMS elogia sistemáticamente la «transparencia» del régimen chino.
Cuando Taiwán advertía sobre la transmisión del virus de persona a persona, la OMS reclamaba a los países, no restringir los vuelos ni el intercambio comercial con China, permitiendo que el virus se esparciera por el mundo durante todo el mes de enero.
Mientras el virus ya era detectado en varios países,la OMS se negó a declararlo pandemia hasta el 10 de marzo retrasando medidas que pudieron haber salvado miles de vidas.
Por eso, sólo los países que no esperaron a la OMS, como Taiwán, tuvieron resultados positivos en la contención del virus sin necesidad de declarar la cuarentena.
El régimen chino provocó la expansión del brote en su territorio al ocultar la información, pero además le quitó al mundo su línea de defensa al corromper y manipular a la Organización Mundial de la Salud.
Esta es la razón por la que el virus se expandió en el mundo entero y sigue provocando las muertes y catástrofes económicas que tenemos hoy en día
Los invitamos a ver el vídeo original de este artículo:
Nota del Editor: En Vision Times consideramos que el Coranavirus debería llamarse #virusdelpcch (Virus del Partido Comunista Chino) por las razones mencionadas en este link.