Como un paraguas protector y un ejército de defensa, el sistema inmunológico puede mejorar la resistencia del cuerpo a las enfermedades y reducir la susceptibilidad a las infecciones.
Una de las manisfestaciones de inmunidad debil es cuando nuestras manos y pies se tornan frios, generalmente esto se percibe en climas donde la temperatura es baja, lo que demuestra también una insuficiencia en la sangre.
Por otro lado, muchas personas estan propensas a enfermedades crónicas, al enfrentarse a la doble presión de la atención familiar y el empleo, lo que provoca, una baja condición de salud.
Te presentamos algunos consejos para mejorar tu inmunidad.
Remoja tus pies con regularidad
Tomar un baño caliente antes de acostarse puede aliviar la tensión de los músculos de la columna cervical.
Dar golpecitos en los pies adecuadamente también puede:
- promover la circulación de la sangre,
- resolver los síntomas de mareos y dolores de cabeza y,
- estimular los puntos de los meridianos de energía del cuerpo.
Toma una siesta y restaura tu energía y el estado de alerta
Tomar una siesta energética, cuando sea posible, será bueno para tu cuerpo.
La presión del trabajo o las tareas del hogar, causan fatiga. Regalarte al menos 15 minutos de descanso a mitad del día, revitalizará tu energía celular y hará que tu espíritu se reanime.
No abuses de los antibióticos
Algunas personas creen sin cuestionare, que los antibióticos pueden curar todas las enfermedades.
Sin embargo, el uso prolongado e irregular de los antibióticos, puede causar un desequilibrio de la flora humana, provocar infecciones, reducir la resistencia del cuerpo y causar daños al hígado y los riñones, así como provocar reacciones alérgicas y tóxicas.
Complementa tu dieta con probióticos
Según las investigaciones, la proporción de bacterias beneficiosas en el tracto intestinal de las personas sanas, es mucho mayor que la de las personas no sanas.
A través de la interacción con el sistema endócrino y el sistema nervioso, los probióticos pueden ayudar a regular la función inmunológica y mantener nuestra «capacidad de defensa» en un estado de combate óptimo.
Realiza ejercicios aeróbicos
Hacer ejercicio aeróbico todos los días puede mejorar la inmunidad de tu cuerpo y aumentar la vitalidad de tu corazón, pulmones y vasos sanguíneos.
Mientras tanto, el ejercicio aeróbico puede consumir calorías y prevenir la obesidad.
Caminar y trotar son buenas opciones, especialmente caminar en lugares donde haya espacios verdes.
Estudios relevantes encontraron que mirar el paisaje verde circundante durante 20 minutos, puede reducir los niveles de cortisol en el cuerpo.
Si el nivel de cortisol en el cuerpo humano es demasiado alto, dañará el sistema inmunológico del cuerpo. Simultáneamente, caminar al aire libre, puede aliviar el estrés, y es adecuado para alguien a quien no le gusta el ejercicio vigoroso.
Sonreir
De acuerdo con investigaciones científicas, una sonrisa puede producir muchas sustancias químicas relacionadas con la inmunidad en el cuerpo humano, lo que demuestra lo importante que es mantener una actitud positiva.
Muchos estudios han confirmado que la risa puede reducir el estrés, mejorar la inmunidad e incluso aliviar dolores.
No consumir en dulces en exceso
Los dulces pueden reducir la inmunidad, consumir muchas vitaminas en el cuerpo y hacer que el azúcar en la sangre aumente.
Suplementa los dulces con probióticos y come más alimentos que aumenten tu inmunidad, como por ejemplo las frutas, lacteos y verduras.