Por Arianne Ayson
Hay mucho que aprender de uno de los emperadores romanos más respetados, Marco Aurelio. Como gran líder y filósofo, se inspiró en el estoicismo y creía en la aceptación de la realidad, especialmente de su parte más caótica.
Tus días no siempre estarán llenos de azúcar, condimentos y todo lo excelente. Algunos días, el simple hecho de levantarse de la cama resulta insoportable.
Cuando suena la alarma, tu mente se llena rápidamente de pensamientos negativos, de problemas, dificultades y cualquier pequeña preocupación, que acaban convirtiéndose en un equipaje mental que arrastras durante todo el día.
Sin embargo, por mucho que pienses o te obsesiones con la cosas que no van bien en tu vida, estas no cambiarán por poner toda tu atención en ellas.

La aceptación: Liberarse de lo malo
Te guste o no, los retos forman parte de la vida cotidiana. Por ejemplo, hoy puedes estar nervioso por una reunión importante o de mal humor porque se te ha descompuesto el refrigerador, el tráfico sigue siendo terrible, y te preocupan los comentarios sobre un proyecto de trabajo, etc.
Cuando ocurren estas cosas, las emociones se apoderan fácilmente de uno y, sin poder controlar la situación, comenzamos a sentirnos nerviosos.
En estos casos, toma ejemplo de la filosofía de Marco Aurelio y cambia tu mentalidad para no resistirte a la realidad y aceptar lo que tienes delante.
Aurelio aconseja en su libro Meditaciones:
«Siempre tienes la opción de no tener opinión. Nunca hay necesidad de alterarse o de preocuparse por cosas que no puedes controlar. Esas cosas no piden ser juzgadas por ti. Déjalas en paz».
Cuanto más luchas contra cosas que escapan a tu control, más sufres. Sin embargo, lo que sí puedes controlar es cómo respondes a ello.
«Si te angustia algo externo, el dolor no se debe a la cosa en sí, sino a tu valoración de ella; y aquí tienes el poder de revertirla en cualquier momento».
Al final de un día frustrante en el que nada parece salir bien, Marco Aurelio nos lo recuerda:
«Aunque hoy no salga nada bien, eso no debe disuadir de mostrar honorabilidad y buen carácter».
Lidiar con personas desagradables
¿Tienes un mal día por culpa de encuentros desagradables con otras personas? Si sigues las enseñanzas de Marco Aurelio, él diría:
«Cuando te levantes por la mañana, dite a ti mismo: Las personas con las que trataré hoy serán entrometidas, desagradecidas, arrogantes, deshonestas, celosas y ariscas».
Sí, no hay ningún secreto antiguo para cambiar el mal comportamiento de los demás. La verdad es que los demás, como tú mismo, a veces pueden actuar mal. Pero no tienes por qué aferrarte a la ira, el odio o la irritación que puedas sentir.
«¿Te enfadas con aquel cuyas axilas apestan? ¿Te enfadas con aquel cuya boca huele mal? ¿De qué te servirá esta ira?»- Marco Aurelio
Cuando tu mal día gira en torno a estar enfadado con otras personas, esta mentalidad se convierte en tu carga. Piénsalo de este modo: Quieres un día maravilloso sin obstáculos, pero, irónicamente, tu mente está llena de ellos. Así que a ti, Aurelio te diría:
«Nacimos para trabajar juntos como los pies, las manos y los ojos, como las dos filas de dientes, superior e inferior. Así que obstruirnos mutuamente es antinatural. Sentir ira hacia alguien, darle la espalda: son obstrucciones».

Tu personalidad es tu fortaleza
Marco Aurelio y el estoicismo intentan decirnos que la clave está en uno mismo. En lugar de prestar atención al exterior, debes mirar hacia dentro. Céntrate en ti mismo y forjar tu carácter.
El famoso emperador aconsejaba:
«Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos externos. Date cuenta de esto y encontrarás la fuerza».
Explicando la idea de centrarse en uno mismo, Aurelio dice:
«No pierdas el resto de tu tiempo preocupándote por los demás, a menos que afecte al bien común, esta actitud te impedirá hacer algo útil.
Podrás estar demasiado preocupado por lo que hace fulano o mengano, o por lo que dicen, piensan, traman, y por todas las demás cosas que te despistan, pero esto te impide concentrarte en tu propia mente.»
Cuando sueltas la rabia y las partes malas de tu día, dejas espacio para lo bueno que puedes hacer. Recuerda que eres tú quien tiene el control y no las interrupciones.
Aurelio abogaba por concentrarte en tus esfuerzos y liberarte de las distracciones; al fin y al cabo, él creía en eso:
«Vivir feliz es un poder interno del alma».
Las Meditaciones de Marco Aurelio son una serie de escritos y reflexiones del emperador romano como guía para sí mismo.
Hoy en día, es uno de los libros más considerados e influyentes de la filosofía estoica, que proporciona sabiduría y perspicacia a todos los que lo leen.