Por: Zhang Cuiying, Pure Insight
Al preguntarle Confucio a Lao Tsé (quien escribió el Tao Te Ching) acerca de la etiqueta, fue un encuentro bien conocido en los tiempos antiguos. Este suceso no sólo se puede hallar en los libros históricos oficiales como Shiji, sino también en los registros antiguos como el libro de seda de Lao Zi y los dibujos sobre piedra de la dinastía Han. Esta pintura se titula Confucio preguntando sobre la etiqueta a Lao Zi y muestra a Lao Zi sentado en una piedra con las piernas cruzadas mientras que Confucio está de pie con su capucha mostrando gran respeto y modestia, con sus manos juntas de frente e inclinándose ante Lao Zi. De igual forma, se halla el retrato colorido de Lao Zi (que data del final del llamado periodo de Primavera y Otoño).
Hay también una placa de piedra construida en la parte norte de la calle Dongguan en la ciudad de Luoyang, provincia de Henan, y se cree que allí es donde Confucio encontró a Lao Zi y le preguntó sobre la etiqueta.
Durante más de 2,000 años, tanto la enseñanza de Confucio (sobre como guiarse en el camino, dar un énfasis en la “bondad, la justicia, la cortesía, la sabiduría y la confianza”), así como la filosofía de Lao Zi (por mantener una mente tranquila dejando que las cosas sigan su curso natural) han servido de principios y estándares para guiar al pueblo chino. Uno de ellos señala la forma de gobernar y su interacción con el mundo externo, el otro es una guía de cómo conducir las cosas internamente. Ambos jugaron un rol sumamente importante para mantener la estabilidad de la sociedad y la armonía en la familia. Además, sus enseñanzas permitieron que unas pocas personas selectas que tenían una buena base moral tuviesen éxito en la cultivación para alcanzar altos niveles espirituales.
El confucianismo, junto con las lecciones de Lao Zi, no sólo benefició a los chinos, sino también al introducirse en Japón, Corea, y países del sureste de Asia, así como otros lugares de todo el mundo.
Desde los tiempos antiguos, los chinos se han aferrado a la máxima; “confucianismo en el exterior y daoísmo en el interior” como un principio. En otras palabras, una persona realmente conocedora cumple con el confucianismo en el exterior mientras se adhiera a los principios del daoísmo en el interior. Habla sobre el confucianismo ante la sociedad, pero sigue el Dao en la cultivación de la moral en forma individual.