Cómo tus pensamientos pueden cambiar tu mundo

Por Raven Montmorency

 

¿Cuántas veces tuviste un pensamiento que cambio tu percepción del mundo? Ya sea una realización repentina o una lenta epifanía, nuestros pensamientos tienen el poder de dar forma a nuestra realidad.

Cada día, tomas innumerables decisiones que dan forma a tu vida, y tu pensamiento desempeña un papel importante en esas decisiones.

Si puedes controlar tus pensamientos, puedes cambiar tu mundo

1. Practica la atención plena

El primer paso para cambiar tus pensamientos es ser consciente de ellos. No puedes cambiar aquello de lo que no eres consciente, así que la atención plena es vital. La atención plena es la práctica de observar tus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos.

Parece fácil, pero es bastante complejo. Nuestra mente está en constante movimiento y puede ser difícil frenar nuestra cabeza para darnos cuenta de lo que estamos pensando. Pero con la práctica, resulta más fácil.

Comienza por reservar unos minutos al día para sentarte en silencio y concentrarte en tu respiración. A continuación, observa tu mente y deja que los pensamientos vayan sucediendo. No intentes suprimir los pensamientos ni juzgarlos como buenos o malos. Simplemente déjelos estar y vuelve a centrarse en tu respiración.

Esto puede parecer un ejercicio inútil, pero es muy poderoso. El mindfulness te ayuda a controlar tus pensamientos enseñándote a observarlos sin juzgarlos. Una vez que puedas hacerlo, podrás empezar a cambiar los pensamientos que te bloquean.

2. Identifica los pensamientos negativos

El siguiente paso es identificar los pensamientos negativos que te frenan. Puede que se refieran a cosas que te hacen sentir ansioso, estresado o indigno.

Puede que creas que no eres lo suficientemente bueno o que nunca alcanzarás tus objetivos. Sean cuales sean, tómate un tiempo para escribirlos.

Una vez que tengas una lista de tus pensamientos negativos, analiza cada uno de ellos.

¿Se basan en hechos o en emociones? ¿Son útiles o perjudiciales?

Si se basan en una emoción, intenta identificar el sentimiento subyacente. Por ejemplo, si piensas: «No soy lo suficientemente bueno», puede que te sientas inseguro o tengas dudas sobre ti mismo.

Una vez que entiendas de dónde vienen tus pensamientos negativos, puedes empezar a cuestionarlos.

¿Son verdaderos? ¿Te ayudan de alguna manera? Si no es así, puede que sea el momento de dejarlos ir.

 

Once you have a list of your negative thoughts, take a closer look at each one.
Una vez que tengas una lista de tus pensamientos negativos, analiza cada uno de ellos. (Imagen: Igor Mojzes vía Dreamstime)

3. Desafía tus pensamientos negativo

Ahora que identificaste tus pensamientos negativos, es el momento de desafiarlos. Para cada pensamiento negativo, pregúntate:

  • ¿Este pensamiento es útil o perjudicial?
  • ¿Está basado en hechos o en emociones?
  • ¿Qué pruebas tengo a favor o en contra de este pensamiento?
  • ¿Podría ver esta situación de otra manera?

Por ejemplo, si tienes el pensamiento: «No soy lo suficientemente bueno», podrías cuestionar ese pensamiento preguntándote si es útil o perjudicial tenerlo. Si no es saludable, quizá quieras dejarlo pasar. Si es práctico, tal vez quieras explorar de dónde viene ese pensamiento.

¿Se basa en hechos o en emociones? En este caso, es probable que se base en la emoción.

¿Qué pruebas tienes a favor o en contra de este pensamiento? Si tienes pruebas que contradicen este pensamiento, quizá quieras reconsiderarlo. ¿Podrías ver esta situación de otra manera? Por ejemplo, quizá seas lo suficientemente bueno y sólo te sientas inseguro.

Desafiar tu pensamiento negativo puede ser difícil, pero es un paso esencial para cambiar tus patrones de pensamiento. Te ayuda a identificar los pensamientos que te frenan y a cuestionar si son ciertos o no.

4. Sustituye los pensamientos negativos por los positivos

Una vez que hayas cuestionado tus pensamientos negativos, es hora de sustituirlos por otros positivos. Esto no significa que tengas que ser optimista todo el tiempo. Sólo significa que debes centrarte en pensamientos útiles y fortalecedores.

Para cada pensamiento negativo, pregúntate:

  • ¿Cuál sería un pensamiento más positivo o útil?
  • ¿Cómo puedo replantear esta situación desde un punto de vista más positivo?
  • ¿Qué puedo aprender de esta experiencia?
  • ¿Qué cosas agradezco en mi vida?

Al sustituir tus pensamientos negativos por otros positivos, puedes cambiar tus patrones de pensamiento. Con el tiempo, estos nuevos pensamientos se volverán más automáticos y te ayudarán a sentirte mejor contigo mismo y con tu vida.

One of the best ways to change our thinking patterns is to practice gratitude.
Una de las mejores maneras de cambiar nuestros patrones de pensamiento es practicar la gratitud. (Imagen: Marek Uliasz vía Dreamstime)

5. Practica la gratitud

Una de las mejores maneras de cambiar tus patrones de pensamiento es practicar la gratitud.

Cuando te centras en las cosas por las que estás agradecido, es más fácil dejar de lado los pensamientos negativos que te frenan.

Intenta tomarte un tiempo cada día para pensar en las cosas por las que estás agradecido. Quizá quieras escribirlas en un diario o compartirlas con un amigo o familiar.

A medida que practiques la gratitud, verás el mundo de forma diferente y tus pensamientos negativos se volverán menos automáticos.

Conclusión

Tus pensamientos juegan un papel decisivo en tu vida. Pueden frenarte o levantarte. Pueden hacer que te sientas bien o mal contigo mismo. Incluso pueden cambiar tu forma de ver el mundo.

Si estás atrapado en un patrón repetitivo de pensamientos negativos, puede que sea el momento de romper el molde. Si identificas tus pensamientos negativos, los desafías y los sustituyes por otros positivos, puedes empezar a cambiar tus patrones de pensamiento.

Con el tiempo, esta nueva forma de pensar se volverá más automática y te sentirás mejor contigo mismo y con tu vida.

 

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