El 30 de junio entró en vigor la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong. La ley, cuidadosamente diseñada por Beijing, erosiona por completo la autonomía de Hong Kong, básicamente, poniendo fin a la naturaleza abierta y democrática de la ciudad.
Como era de esperar, los gobiernos del mundo, no estuvieron contentos con la intrusión del Partido Comunista Chino, en Hong Kong.
Estados Unidos
El secretario de Estado Mike Pompeo, criticó la Ley de Seguridad Nacional y señaló que la ley draconiana, expone el mayor temor del PCCh: el libre albedrío de su propia gente.
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara, calificó la ley de «brutal». El presidente Trump firmó una orden ejecutiva, poniendo fin al trato especial que Estados Unidos le estaba dando a Hong Kong.
“Hong Kong ahora recibirá el mismo trato que China continental… Sin privilegios especiales, sin trato económico especial, y sin exportación de tecnologías sensibles. Además de eso, como saben, estamos imponiendo aranceles masivos y hemos impuesto aranceles muy altos a China”,
dijo, según informó CNBC.
Los funcionarios chinos que fueron identificados por haber desempeñado un papel en la imposición de la ley, han recibido restricciones de visado. Estados Unidos también está poniendo fin a la venta de equipos de defensa a Hong Kong.

Taiwán
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, se comprometió a apoyar al pueblo de Hong Kong y prometió que su nación insular, proporcionaría toda la «asistencia necesaria», a las personas que huyeran de la ciudad.
Se ha establecido un plan de asistencia humanitaria, para garantizar que los habitantes de Hong Kong, reciban ayuda con respecto al empleo y la residencia, una vez que migren a Taiwán.
La presidente también comentó que la acción de China en Hong Kong, es simplemente una prueba de que el acuerdo de «un país, dos sistemas» que le había ofrecido a Taiwán, no es factible.
Reino Unido
El primer ministro Boris Johnson, calificó la ley, como una «Violación grave y clara de la declaración conjunta chino-británica», que había garantizado la autonomía de Hong Kong, al menos hasta 2047.
El gobierno del Reino Unido anunció que ofrecería la ciudadanía a casi 3 millones de hongkoneses, para que pudieran tener un pasaporte de nacionalidad británica, en el extranjero (BNO).
Se les permitirá trabajar y vivir en el Reino Unido, durante un período de cinco años, antes de que se abra un camino de ciudadanía. El requisito habitual de obtener un trabajo antes de migrar al Reino Unido, no se aplicará a los titulares de BNO.

UE
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, señaló que China enfrentará graves consecuencias negativas debido a la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional, ya que la confianza empresarial con respecto a Hong Kong, disminuirá.
El Parlamento Europeo ha instado a los estados miembros, a sancionar a los funcionarios chinos responsables de violaciones de derechos humanos, incluida la congelación de sus activos.
Australia
El primer ministro Scott Morrison, anunció que su país ofrecerá una extensión de visa de 5 años, para la gente de Hong Kong, con 10,000 de ellos seleccionados para la residencia permanente.
Morrison también declaró su total apoyo a las empresas de Hong Kong, que buscan trasladarse a Australia. Canberra suspendió su tratado de extradición con Hong Kong.
Las relaciones entre Australia y China, se hundieron profundamente, después del apoyo de Morrison a los habitantes de Hong Kong.
Consejo de Derechos Humanos de la ONU
En el Consejo Nacional de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, 27 naciones hicieron una declaración conjunta, pidiendo a Beijing que reconsidere la implementación de la Ley de Seguridad Nacional, en Hong Kong.
Los países señalaron que la ley reducirá las libertades, que los habitantes de Hong Kong han disfrutado durante varios años. Quince estados de la UE, fueron signatarios de la declaración conjunta.