El crecimiento personal requiere planificación, fijación de objetivos, reflexión y conciencia de sí mismo. Uno crece desafiándose a sí mismo y saliendo de su zona de confort. Por eso viajar fomenta el desarrollo personal.
Viajar te hace más independiente, creativo y empático, tanto si te trasladas, como si te tomas unas vacaciones. Además, es una forma de mejorar tu paciencia, tu conciencia global y tus habilidades de comunicación.
Pero, ¿cómo ayuda realmente viajar al autodesarrollo?
Aprender nuevas culturas
Viajar te permite conocer gente nueva con culturas diferentes. Puede que vivamos en un mundo globalizado, pero la mayoría de la gente vive toda su vida en la misma ciudad, estado o país. Por eso, ver a la gente desde una perspectiva diferente puede fomentar la empatía y la comprensión.
Probablemente conozcas problemas globales como los residuos plásticos, la falta de vivienda y la indigencia. Pero los viajes en el mundo real te dan una perspectiva diferente que las redes sociales o las noticias no logran evocar.
La empatía es una búsqueda virtuosa. Y la mayoría de la gente ha expresado algún cambio después de viajar. Puede ayudarte a apreciar tu situación o a comprender mejor los problemas mundiales.

Cuando amplías tus horizontes, también aprendes que, a pesar de nuestras diferencias, las personas de todas las culturas tienen sus sueños, sus búsquedas y sus caminos hacia la realización personal.
Encontrarte a ti mismo
Si decides viajar para desarrollarte, es importante estar abierto al autodescubrimiento. Pero, por desgracia, muchos viajeros no se «encuentran a sí mismos» cuando viajan.
No es que les falte el impulso para el autodesarrollo, sino que no conocen los «porqués» y los «cómos».
En primer lugar, es más probable que encuentres tu verdadero sentido viajando solo. Está en la naturaleza de las personas buscar sólo las buenas sensaciones y apartar las verdades y emociones no deseadas.
Aunque no hay nada malo en, por ejemplo, hacer un crucero caro, no es el mejor camino para encontrar tu propósito. Por lo tanto, es importante evitar las sensaciones temporales de bienestar.
Recuerda que hay mejores actividades para abrir tus experiencias y estimular el crecimiento personal. Algunos ejemplos son el senderismo, la natación, la fotografía, los esfuerzos de conservación, etc.
Conquistar los miedos y la ansiedad
Seamos sinceros, viajar para desarrollarse personalmente conlleva sus retos. Puede que conozcas tu destino pero no lo que vas a vivir allí. Por ejemplo, si se traslada a una nueva ciudad o país, puede tener dudas, miedos y ansiedad.
Probar algo nuevo no es fácil. Pero una vez que te desafías a ti mismo a enfrentarte a lo desconocido y a encontrar consuelo, estás un paso más cerca a tu crecimiento personal. Pronto descubrirás que los miedos que nos frenan en nuestra vida están en nuestra cabeza. Y podrás enfrentarte a la vida con valentía incluso cuando las cosas no vayan como quieres.
Aprender el autocontrol
Sí, viajar debe aportar alegría y felicidad sin límites a tu vida. Pero también se puede ser feliz sin pasarse de la raya. Así que no hace falta ir de discotecas, practicar deportes extremos o comprar cosas caras para encontrar la alegría.
Tampoco se trata de cuántas fotos puedes hacer en lugares «bonitos»; se trata de ser consciente de ti mismo y de sentirte realizado.

Dicho esto, la mayoría de la gente evita viajar porque piensa que es caro. Sin embargo, se pueden encontrar ofertas, transporte y alojamiento asequibles con la suficiente investigación.
Viajar puede incluso ayudarte a aprender a presupuestar mejor. A medida que te conviertas en un viajero experimentado, adquirirás hábitos presupuestarios útiles.
Ganar independencia
Salir de tu zona de confort te hace ganar independencia. Por supuesto, no puedes vivir solo en este mundo. Aun así, viajar te hace mejorar en la toma de decisiones y escapar de situaciones complicadas. Tanto las malas como las buenas experiencias estimulan la confianza en uno mismo.
Por ejemplo, si viajas solo, no tienes las comodidades familiares de los amigos y la familia. Por eso, se necesita confianza para conocer gente o aprender un nuevo idioma.
El camino hacia el autodesarrollo
El desarrollo personal requiere un viaje interno y externo. Viajar te ayuda a crecer al ver nuevas culturas, historias diferentes, arte extraordinario y paisajes increíbles. Ya sea nadando en hermosos océanos o contemplando la fantástica arquitectura, uno se convierte en una persona diferente después de viajar.
Cada persona obtiene una experiencia y un crecimiento diferentes de sus viajes. Pero tú ganarás paciencia, empatía, independencia, confianza y conocimientos. Y la mayoría de las virtudes que obtienes son elementos esenciales para el crecimiento y la realización personal.