China y el surgimiento de las iglesias clandestinas

El gobierno chino es famoso por la persecución de creencias religiosas en su país, ya sea contra budistas, cristianos, musulmanes u otros.

Sin embargo, las comunidades cristianas en el país se enfrentan a una persecución continua, al establecer las llamadas iglesias clandestinas, donde son libres de practicar sus creencias de una manera genuina.

Las iglesias subterráneas

A diferencia de lo que podría indicar el nombre, una iglesia «subterránea» no significa que la iglesia esté ubicada muy por debajo de una casa o edificio. Simplemente significa, que la iglesia opera fuera de la vigilancia del Partido Comunista.

Un anciano de una iglesia clandestina comparte en una entrevista con Equal Times.

«Nuestra fe es fuerte… Si nos cierran, recogeremos nuestras cosas y practicaremos en cualquier otro lugar».

El cristianismo es una de las religiones de más rápido crecimiento en el país. Y dentro del cristianismo, los protestantes dominan con mayor número.

Según las estimaciones, hay alrededor de 100 millones de protestantes en China. Los cristianos católicos ocupan el segundo lugar con alrededor de 12 millones de seguidores.

El cristianismo es una de las religiones de más rápido crecimiento en China. (Imagen a través de pixabay / CC0 1.0)

Según China Aid un grupo defensor de derechos cristianos, decenas de miles de cristianos, han sufrido gravemente bajo la represión del gobierno contra las iglesias clandestinas, entre 2012 y 2016.

En 2015, más de 500 cristianos fueron arrestados por operar una iglesia en casa. En 2016, esta cifra se elevó a 600. Varias iglesias fueron demolidas y sus cruces, fueron retiradas por la fuerza.

El acuerdo con el Vaticano

El conflicto entre la Iglesia católica y el gobierno chino ha sido una larga historia de varias décadas.

Desde la década de 1950, el gobierno ha insistido en que tiene el poder de nombrar obispos, una exigencia que el Vaticano ha rechazado continuamente.

Sin embargo, en tiempos recientes, el Vaticano se ha vuelto más flexible hacia tales demandas chinas.

Un ejemplo de ello es que el Vaticano le ha pedido a su propio obispo, Guo Xijin, que se mantenga al margen para poder dar lugar al obispo designado por el gobierno, el obispo Zhan Silu.

Pero esto ha decepcionado a los seguidores católicos, que están convencidos de que solo pueden seguir a un obispo que esté en sintonía con sus creencias, y no a una persona designada por el gobierno.

Los seguidores católicos en China están muy convencidos de que solo pueden seguir a un obispo que esté en sintonía con sus creencias y no a una persona designada por el gobierno. (Imagen a través de pixabay / CC0 1.0)

El padre Zhu Ruci, adjunto del obispo Guo Xinjin dijo en una entrevista con ABC.

“Seguimos al Papa y al Vaticano por lo que el Gobierno no nos reconoce y nos considera ilegales. Pero ahora nos preocupan los compromisos que pueda hacer el Vaticano… Esperamos que no nos sacrifiquen, ni nos traicionen, por este trato».

Iglesias autorizadas por el estado

El estado también ha estado tratando de crear una versión china del cristianismo que sea compatible con las creencias del Partido Comunista.

Y el gobierno ha estado muy activo en tratar de reemplazar a las iglesias protestantes y católicas, con su propia iglesia autorizada por el estado.

“Elijo llevar una vida cristiana dentro de la ley… ciertamente no haré lo que el gobierno no me permita hacer, digamos, predicar el evangelio en el metro para hacer que mucha gente venga a mí y como resultado, la calle o el camino queden bloqueados”.

Dijo el pastor Wu, quien es miembro de la iglesia oficial autorizada por el estado en Beiging, en una entrevista a BBC.

Y esta parece ser la forma en que el Partido Comunista aborda las creencias religiosas: si no puedes controlarlo entonces aprópiate ideológicamente de sus actividades. Pero cuán efectiva será la estrategia es algo que solo el tiempo dirá.

Por ahora, la mayoría de los cristianos en China se aferran a sus creencias, sin querer verlas diluidas con la ideología comunista.

Deja un comentario