Por Ben Grinberg —
Las autoridades chinas han prohibido el uso del burka musulman tradicional, en lugares públicos de Urumqi, capital de la provincia de Xinjiang.
La medida es vista como la continuación de los llamados intentos del gobierno por calmar las tensiones étnicas en la región, sofocando la identidad de la población local, ya sea política o religiosa.
Las tensiones entre los uigures musulmanes y el gobierno, han aumentado dramáticamente en los últimos años. Esta etnia representa alrededor del 50% de la población de la región, así como la mayoría de chinos Han.
En marzo pasado, un grupo de uigures asesinó a 28 personas en una estación de tren Después de eso se incrementaron las restricciones.
Más tarde, en julio, fueron asesinadas a tiros 57 uigures de un grupo de más de mil, en lo que Beijing denominó «disturbios«. No hay forma de verificar lo que realmente sucedió, debido a que los periodistas que no trabajan para los medios estatales, a menudo tienen prohibido el ingreso a la región,
Sin embargo, el Partido Comunista chino no está siendo impreciso en la explicación de su más reciente imposición.
La prohibición del burka es un esfuerzo para «frenar el creciente extremismo», declaró a Xinhua el portavoz del Partido. «El burka no es el vestido tradicional de las mujeres uigures… La regulación es vista como un esfuerzo por frenar el creciente extremismo que obligó a las mujeres uigures a abandonar sus coloridos trajes tradicionales para llevar burkas negras».
Xinhua también mencionó que Bélgica y Francia prohibieron el uso del burka en lugares públicos. Este comportamiento fue visto en gran medida como anti-musulmán. Sin embargo, China también ha prohibido a segmentos de la población, desde el ayuno del Ramadán, hasta abordar los autobuses en la ciudad de Karamay a los hombres con barba, y entrar en una mezquita a cualquier persona menor de 18 años.
Por cierto, los refrescos, el agua embotellada, y el yogur fueron prohibidos en el transporte público en Urumqi, por temor a que en realidad fueran explosivos… para que usted tenga una idea de cómo es el control del régimen.
Así que, si alguien tiene dudas sobre si los uigures de Xinjiang estarán más desencantados con estas medidas, la respuesta segura es que ya están desencantados, y probablemente esto no va a ayudar.
En cuanto al «extremismo latente» en esta comunidad musulmana, incluyendo el abandono de sus vestidos coloridos por burkas negros, eso es cierto. El vestido tradicional uigur femenino en realidad es muy brillante y colorido.
Sin embargo, al igual que en el Tíbet, (de hecho en toda la China), el Partido Comunista chino suprime las costumbres y tradiciones locales cuando se siente amenazado por ellas. Así que, si alguien es responsable de la destrucción de la cultura tradicional uigur, ese es el comunismo, elcual es mucho más fanático que el Islamismo.