Nombramiento
«Desde el 2003 al 2007, Xia fue diputado de Xi cuando era secretario del Partido Comunista de la próspera provincia de Zhejiang.
En la campaña de 2014, Xia era conocido por su ideología de línea dura para derribar miles de cruces y muchas iglesias clandestinas en la provincia; más tarde se hizo cargo de Zhejiang como secretario del Partido, cargo que ocupó hasta 2017.
Se convirtió en vicepresidente y secretario general de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino en 2018»,
según The Guardian.
La represión contra los cristianos en 2014, fue desencadenada por la visita de Xi a la ciudad de Wenzhou, Zhejiang, a finales de 2013.
Cuando vio que la ciudad albergaba varias iglesias, se sorprendió. Debido a su gran población cristiana, Wenzhou es a menudo llamada «La Jerusalén China».
Xia pronto ordenó una campaña de demolición que llegó a destruir miles de cruces y numerosos edificios de iglesias.
Los expertos políticos creen que el nombramiento de Xia, para supervisar Hong Kong, someterá a la ciudad a regulaciones mucho más duras.

En noviembre del año pasado, durante la cuarta Asamblea Plenaria del Partido Comunista, se señaló claramente una propuesta para obtener un mayor control sobre Hong Kong.
Una declaración del Partido indicó que el interés nacional debería reemplazar la política de «un país, dos sistemas» que China había prometido a Hong Kong.
Tal acción requeriría que Hong Kong perdiera su autonomía y su naturaleza democrática. En este contexto, el nombramiento de Xia no es una sorpresa.
«La reestructuración en este interesante momento, puede apuntar a una profunda desconfianza de Xi Jinping hacia la antigua facción que se ocupa de los asuntos de Hong Kong…
Está claro que Xi Jinping quiere tener un claro control de la situación en Hong Kong -ese es el punto principal… Probablemente veremos algún ajuste en la política china hacia Hong Kong»,
comentó a Time Sonny Lo, académico y comentarista político de Hong Kong.
Prohibición de Biblias
Beijing ha intensificado sus esfuerzos para prohibir materiales religiosos no sancionados, incluyendo versiones de la Biblia no aprobadas por el Partido.
El año pasado, «trabajo principal sobre la religión», un documento emitido por la Provincia de Hebei pidió inspecciones diarias para confiscar publicaciones religiosas no aprobadas.
En diciembre, la policía llevó a cabo una redada en una casa iglesia, en el condado de Lichuan.

«Afirmando que todo lo que no está aprobado por el estado es ‘pirateado’, los oficiales confiscaron varias cajas de Biblias, libros de himnos y otra literatura religiosa encontrada en la iglesia.
También anotaron la información de identificación de todos los miembros de la congregación que estaban presentes, y amenazaron con arrestarlos si se volvían a encontrar.
El personal del gobierno visitó regularmente la iglesia posteriormente, para asegurarse de que no hubieran reanudado las asambleas»,
informa Bitter Winter.
En Mongolia Interior, la administración local pidió a varios departamentos que investigaran lugares de culto, imprentas y talleres de mecanografía, para descubrir publicaciones religiosas no autorizadas.
Incluso a veces las iglesias autorizadas por el Estado, son objeto de redadas con el fin de confiscar Biblias piratas.
En las escuelas, se ha pedido a los administradores que se aseguren de que los niños no participen en ninguna actividad religiosa. A los niños se les lava el cerebro para que confíen en el Partido Comunista Chino y no en Dios.