China urge la reactivación de su mercado interno en bienes raíces
Por: Matthew Robertson, The Epoch Times
Para combatir la creciente falta de confianza en el mercado de bienes raíces de China, los gobiernos locales están reduciendo las restricciones sobre quién puede comprar casas, ofreciendo incentivos a los compradores , y de igual forma, revaluando los precios anteriores.
Los medios de comunicación del Partido Comunista también comenzaron a hablar de este potencial latente del mercado, en un aparente intento de reforzar la confianza en los precios de las viviendas.
En toda China, los ejecutivos en bienes raíces están luchando para deshacerse de las existencias, así lo manifiestan las técnicas de venta poco ortodoxas que están aplicando, lo que preocupa para un futuro.
Para la economía china, sería catastrófico que colapsen los precios de los bienes raíces: la gran mayoría de la riqueza china está ligada al ramo de la vivienda, y la industria de bienes raíces es la locomotora del crecimiento, por lo menos durante una década.
«Salvando el Mercado»
En las ciudades intermedias de China, las cuales siguen siendo enormes para los estándares del mundo, los funcionarios reestructuraron de nuevo las restricciones que han estado en vigor desde hace algunos años, con el fin de que la gente compre más casas. Estas medidas se conocen en chino como «Jiushi» o «salvar al mercado» .
Wuhan, un centro de transporte de China, ubicado a las orillas del río Yangtze, ha estimulado a los estudiantes universitarios a mudarse allí para realizar sus estudios. De igual manera, una vez que se gradúen, pueden obtener un permiso de residencia local , obtener un empleo allí, y lo más importante, comprar una casa, señala la nueva política.
En China, el estatus oficial de residencia en las ciudades, es controlado por el gobierno a través de lo que llaman «hukou», o sistema de registro familiar, que actúa como una visa interna o mecanismo de pasaporte al interior de China.
Las personas nacidas en el campo se ven relegadas a los llamados «hukous rurales». Sin un «hukou urbano», se convierten en ciudadanos de segunda clase, y cuando se trasladen a a una ciudad, no podrán enviar a sus hijos a la escuela, ni adquirir viviendas o autos.
De acuerdo con Xinhua, la agencia oficial china de noticias, algunas ciudades han subordinado la promesa de los «hukous locales» a cambio de comprar una vivienda.
Apartamentos en Shanghai. (Catr82/Wikipedia)
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