Se supone que un periódico debe exponer los crímenes y escándalos. Pero Bloomberg aparentemente decidió mirar hacia otro lado y rechazó un informe que hablaba duramente contra la corrupción en China.
Silenciando las críticas a China
El incidente ocurrió en 2012 cuando Michael Bloomberg, fundador de la compañía, era el alcalde de Nueva York.
Mike Forsythe, corresponsal en la oficina de Bloomberg en China, escribió y expuso cómo las élites de Beijing habían acumulado cantidades masivas de riqueza.
Cuando el artículo terminó siendo ampliamente leído, el embajador chino llamó a los ejecutivos de Bloomberg y les advirtió que no publicaran semejante material.
Sin embargo, Forsythe decidió seguir exponiendo el régimen comunista. Para su siguiente artículo, él y su equipo se centraron en la familia del Presidente Xi Jinping, así como en la relación entre los líderes chinos y Wang Jianlin, el hombre más rico de China en ese momento.
Los editores de Bloomberg estaban inicialmente interesados en exponer más el nefasto sistema corrupto de China.
Sin embargo, después de que el gobierno chino presionó un poco, los ejecutivos se dieron cuenta de que Bloomberg sería expulsado del país si permitían que el artículo se publicara. Así que lo archivaron.
A finales de 2013, Bloomberg News despidió a Forsythe, acusando al reportero de filtrar los planes de la empresa de dejar la historia a otros medios de comunicación.
Se le hizo firmar un acuerdo de no divulgación, después del cual Forsythe no tuvo más remedio que guardar silencio.
Los abogados también atacaron a su esposa, Leta Hong Fincher y advirtieron que la pareja se vería obligada a pagar miles de dólares si no hacían lo que la empresa decía.
Sin embargo, Fincher se negó a firmar documento alguno. De hecho, finalmente contrató a los mejores abogados de Hong Kong, que habían trabajado para el informante Edward Snowden.
En 2014, Bloomberg dejó de acosar a Forsythe y a su esposa. Un año después, The New York Times publicó el artículo de Forsythe que fue desechado por Bloomberg.
En febrero de este año, Fincher reveló todo el asunto en el sitio web de The Intercept, aunque se arriesgó a invitar la ira de los abogados de Bloomberg.
«Asumieron que porque era la esposa de su empleado, yo era la esposa… Yo era sólo un apéndice de su empleado. No era un ser humano»,
comentó a NPR.
Los eventos que rodean a Forsythe son un ejemplo de cuán vicioso puede ser el gobierno chino y aquellos que actúan en su nombre.
A pesar de ser un editor de noticias de renombre mundial, incluso Bloomberg decidió no cruzar Beijing ya que querían mantener sus intereses comerciales.
Esto hizo que la empresa actuara de una manera que va completamente en contra del espíritu del verdadero periodismo.
Es claramente inquietante el hecho de que incluso acosaran a la esposa de Forsythe, que no tenía nada que ver con la historia publicada.
Libertad de prensa en China
En un reciente informe de «Reporteros sin Fronteras», China se clasificó en el puesto 177 (4º desde el final) de la lista de la clasificación anual de libertad de prensa.
Este es el segundo año consecutivo que China está en este lugar. Su manejo de COVID-19 no ha hecho más que intensificar las críticas de la organización al gobierno chino.
Cedric Alviani, jefe de la oficina de Asia oriental, señaló que Beijing había ocultado información secreta sobre la epidemia en el primer mes del propio brote.
También explica que cuando el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que el coronavirus del PCCh era una pandemia mundial, China censuró en sus redes de medios sociales un gran número de palabras clave relacionadas.
En la parte inferior de la lista en términos de libertad de prensa está Corea del Norte, con Turkmenistán y Eritrea ligeramente por encima.
Nota del Editor: En Vision Times consideramos que el Coranavirus debería llamarse #virusdelpcch (Virus del Partido Comunista Chino) por las razones mencionadas en este link.
