Por Jonathan Walker
El cambio climático es un tema controvertido.
Con el nuevo gobierno de Biden, la atención de Washington se ha intensificado. Se proponen varias soluciones para combatir el cambio climático, como el cambio a energías renovables y reducción en el uso de aparatos de aire acondicionado.
Una de las propuestas es evitar el consumo de carne vacuna, ya que la producción de este tipo de carne libera demasiado carbono a la atmósfera.

Ante esto en una reciente entrevista con MIT Technology Review, el multimillonario Bill Gates se mostró de acuerdo con esta idea.
Cree que para combatir el cambio climático, los habitantes de los países desarrollados deberían comer carne 100% sintética.
«No creo que los 80 países más pobres coman carne sintética y sí creo que todos los países ricos deberían comer carne 100% sintética.
Uno se acostumbra a la diferencia de sabor y la idea es que con el tiempo tenga un sabor aún mejor.
A la larga, ese plus ecológico es lo suficientemente moderado como para poder cambiar el comportamiento de la gente o utilizar la regulación para cambiar totalmente la demanda.
Así que para la carne en los países de ingresos medios y superiores, creo que es posible», dijo en la entrevista.
Nuevos experimentos
Las carnes sintéticas se producen en laboratorios al hacer crecer las células musculares en un suero rico en nutrientes y convertirlas en fibras similares a los músculos.
Los defensores de la carne sintética destacan el lado ético del producto: no se matan animales.
Los científicos también pueden mejorar la carne haciéndola más rica en vitaminas, minerales y grasas, lo que no se puede hacer con la carne convencional.
Con respecto al cambio climático, un estudio de 2019 realizado por Good Food Institute (GFI) declaró que las carnes de laboratorio podrían reducir las emisiones hasta en un 87 por ciento.
Además, la contaminación por nutrientes se puede reducir en un 94 por ciento, mientras que el uso de la tierra caerá en más del 95 por ciento.
Sin embargo, los estudios advierten que la carne cultivada en laboratorio será mucho peor para el medio ambiente que la carne convencional.
En 2019, un equipo de investigadores analizó las implicaciones a largo plazo de la carne sintética. Descubrieron que las carnes de laboratorio emiten principalmente dióxido de carbono que puede persistir en la atmósfera durante milenios.
Por el contrario, el metano emitido por el ganado se disipa después de solo 12 años.
Lo que significa que la carne sintética tendrá un impacto en el clima más devastador y a más largo plazo, que la carne convencional.
Carne de res natural vs carne sintética
A muchas personas también les desanima la idea de la carne sintética, ya que no proviene de un animal real.
A la gente le preocupa que sean algo antinatural.
Adrienne Rose Bitar, asociada post doctorado en Historia en la Universidad de Cornell, señala que la carne sintética se encuentra en un área gris, que impulsa los temores de la gente hacia las cosas irreales.
Ella afirma que por la forma en que se cría la carne actualmente, las carnes sintéticas no se verían tan antinaturales.
Bitar comentó a La Gran Época:
“Los pollos cultivados a escala industrial masiva fueron criados para tener pechos tan grandes que ni siquiera pueden pararse…
Tienen patas arqueadas, tienen llagas y se alimentan con antibióticos. Eso tampoco es natural».
Mientras continúa el debate de la carne sintética frente a la convencional, Singapur se ha convertido silenciosamente en el primer país del mundo en aprobar la venta de carne cultivada en laboratorio.
El producto en Singapur es la carne de pollo fabricada por la startup estadounidense Eat Just. La carne se venderá en forma de nuggets y cobrará un precio mayor.
Jonathan Walker
Al autor de este artículo le encanta hablar de política, economía y filosofía.
Tiene perspectivas únicas, lo que lo convierte en una mezcla bastante extraña entre liberal-conservador, con una veta de pensamiento austriaco independiente.