El destacado empresario chino Jack Ma (fundador de Ant y Alibaba) criticó en octubre al Partido Comunista Chino (PCCh) y advirtió que los intentos del régimen de controlar los riesgos financieros sofocarían la innovación.
Dos meses después, Ma enfrenta las repercusiones.
A principios de noviembre, Ma incluso ofreció entregar su plataforma de pago digital Ant al gobierno «Mientras el país lo necesite…».
Sin embargo, el PCCh intervino para anular la oferta pública inicial de acciones de ANT, de 37 mil millones de dólares, prevista para noviembre, con informes de que la orden fue dada personalmente por el líder chino Xi Jinping.
En una entrevista con Fox News, Jonathan T Ward, autor de Vision of Victory de China, dijo que la situación actual de Jack Ma es un ejemplo perfecto del control de Beijing sobre las empresas privadas.
“Te muestra la naturaleza de la relación entre las empresas chinas y el estado chino. Siguen diciendo que Huawei no está controlado por el gobierno…
El gobierno tiene poder total sobre estas empresas. Jack Ma alguna vez fue considerado un hombre independiente en China. Pero después se reveló que era miembro del partido…
Y luego bajo presión, aparenta ofrecer partes de su empresa al PCCh. Y, por supuesto, el gobierno chino ha estado haciendo todo lo posible para borrar las líneas entre el sector privado y el estado chino.
Esto es parte de cómo pretenden innovar. Es parte de cómo pretenden desarrollar su capacidad militar. Y eso es en lo que estás invirtiendo cuando estás invirtiendo en China»,
señaló Ward en el programa.
Comisión de Bolsa y Valores
El 18 de diciembre, el presidente Trump firmó una legislación que exige que las empresas extranjeras que cotizan en las bolsas estadounidenses, deben seguir los estándares contables establecidos por la Junta de Supervisión Contable de Empresas Públicas (PCAOB).
Además, las empresas también deben revelar si están o no controladas por el gobierno chino. Presionará a empresas chinas, como Alibaba, que ahora tendrán que seguir los procedimientos contables estadounidenses.
Beijing actualmente bloquea a reguladores extranjeros como PCAOB y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de inspeccionar empresas chinas citando preocupaciones por la seguridad nacional.
Ward afirma que Estados Unidos tiene que trabajar en estrecha colaboración con sus aliados, para que las empresas chinas que se retiran de la lista de Estados Unidos por alguna razón, no terminen mudándose a otro intercambio internacional, como Londres.
Esto permitiría a la firma china seguir teniendo acceso al capital global.
Empresas estadounidenses como Goldman Sachs y JP Morgan están intentando expandirse a China. Ward cree que las empresas estadounidenses no tienen una idea clara de la amenaza que representa Beijing.
Las empresas chinas son parte de la gran estrategia de Beijing para expandirse y dominar los mercados globales, lo que perjudica a las empresas estadounidenses.
Ward advierte a los directores ejecutivos y salas de juntas estadounidenses que comiencen a tomar en serio la amenaza de China y les aconseja que apoyen decididamente a Estados Unidos.
Él predice que Fortune 500 cambiará radicalmente en los próximos años debido al auge de las corporaciones chinas. Las empresas estadounidenses deben estar preparadas para enfrentar el desafío.
El gobierno decidirá qué se puede hacer
Los reguladores chinos también han anunciado que llevarán a cabo una investigación antimonopolio del Grupo Alibaba.
«Realmente ha terminado la era del crecimiento libre y del crecimiento ultra alto… El gobierno decidirá lo que puede hacer»,
dijo a Breitbart Francis Lun, el director ejecutivo de Geo Securities Ltd. en Hong Kong. El auge de la plataforma Ant de Alibaba ha provocado preocupaciones en la administración Xi, ya que la plataforma financiera compite con los bancos estatales y recorta sus ganancias.
Lun sugirió que Ant está siendo atacada debido a la amenaza que representa para los bancos estatales.
Según Bloomberg, reguladores encabezados por el Banco Central chino, ordenaron a Ant Group que integre una sociedad de «cartera financiera separada», la cual estaría sujeta a requisitos de capital aplicados a los bancos.
Lo que significa que abriría la puerta, para que bancos estatales u otras entidades del Gobierno chino, compren la firma para fortalecer su base de capital.
Reguladores chinos también indicaron a Ant que diseñara un plan para reorganizar su negocio, la más reciente de una serie de medidas para controlar el imperio financiero en línea de Ma.
Según comenta Bloomberg, el mes pasado, Ant estaba lista para una oferta pública inicial que la habría valorado en más de US$300.000 millones, pero reguladores suspendieron la OPI (Oferta Pública Inicial).