En los últimos meses, se ha especulado que China se dirige hacia una crisis alimentaria y que pronto se enfrentará a una escasez de alimentos.
Como si confirmaran estas sospechas, las autoridades chinas han comenzado a dar instrucciones a los agricultores para que pasen a cultivar productos básicos como cereales.
Cultivo de cereales
En abril, el gobierno local de la ciudad de Shilai exigió que todos los agricultores dejaran de cultivar árboles y en su lugar cultivaran granos durante los próximos cinco años. Los árboles que ya estaban plantados, debían ser cortados.
En la aldea de Zuojiagou, los álamos fueron talados sin el consentimiento de los agricultores. Aunque los agricultores se quejaron, las autoridades no atendieron sus quejas.
Un aldeano le dijo a Bitter Winter:
«Destruyeron los árboles en secreto por la noche… El gobierno debería habernos informado al menos. No podremos vender los árboles cortados y tendremos que usarlos como leña. Siempre es la gente la que sufre en China».
Otro aldeano lamentó que la política de tala de árboles fuera obligatoria y que nadie se atreviera a protestar. En una aldea de la provincia de Guangdong, los ancianos se vieron obligados a plantar arroz en campos que antes estaban llenos de árboles.
Un anciano de 70 años con mala salud y que no había trabajado la tierra por mas de 10 años, fue obligado a hacerlo bajo la directiva estatal.
Un agricultor mencionó que la política entró en vigor el 1 de mayo, con el gobierno amenazando con revocar los derechos sobre la tierra de los agricultores que no cumplieran.
En China, los agricultores no son dueños de sus tierras de cultivo.
En su lugar, el gobierno es el dueño. Los agricultores sólo obtienen derechos contractuales sobre su tierra y dependen del estado que les hace cumplir ésta obligación.
En agosto, el Presidente Xi Jinping pidió a la gente que dejara de desperdiciar comida, en lo que el denominó como «impactante y angustioso». Declaró que China necesita mantener una mentalidad de crisis para la seguridad alimentaria.
Aunque el gobierno no ha admitido que hay una escasez de alimentos en el país, las declaraciones de Xi apuntan hacia esa conclusión. En julio, Xi visitó las granjas en la provincia de Jilin, instruyendo a los funcionarios asegurarse de que el suministro de grano se mantenga estable.
Seguridad alimentaria
La posible inseguridad alimentaria de China se debe a tres factores.
El primero es la reciente serie de inundaciones a lo largo del río Yangtsé. Casi el 70 por ciento de la producción de arroz de China tiene lugar en la cuenca del río Yangtsé. Según Shenwan Hongyuan, una empresa de inversiones bursátiles, debido a las inundaciones la producción de arroz del país podría disminuir en un 5 por ciento este año.
El precio de la soja ha aumentado en un 30%, mientras que el maíz ha subido un 20%.
Además, los cultivos de maíz han sido infestados por polillas y el año pasado la gripe del Vino Africana fue responsable de la muerte de casi el 40% de la población de cerdos.
En segundo lugar, la pandemia Covid-19 ha frenado la producción de alimentos.
En tercer lugar, Beijing está en conflicto con Estados Unidos, India y varios países del mundo que exportan cultivos a China.
De hecho, Beijing importa alimentos por valor de 75.000 millones de dólares de otras naciones: US$ 18.000 millones de Estados Unidos, US$ 5.600 millones de Canadá, US$ 5.300 millones de Nueva Zelanda y unos US$ 2.000 millones de la India.
Se trata de países con los que China mantiene conflictos comerciales o políticos. Aunque ninguna de estas naciones ha prohibido la exportación de alimentos a China, la realidad es que la pandemia de Covid-19 está causando graves preocupaciones de seguridad alimentaria en todo el mundo.
Por ello, si estos países se encontrarán con escasez de alimentos, darían prioridad a la alimentación de sus propios ciudadanos y bloquearían las exportaciones de alimentos, lo que afectaría a China.
Recientemente, Beijing liberó casi 62,5 millones de toneladas de arroz, 760.000 toneladas de soja y 50 millones de toneladas de maíz de sus reservas estratégicas.
Esto es más que la cantidad de alimentos liberados de las reservas estratégicas el año pasado. En los primeros seis meses de 2020, las importaciones de granos han aumentado en un 22 por ciento. Todas estas cifras apuntan a una simple verdad: en efecto en China se está desarrollando una escasez de alimentos.
El economista Hu Xingdou, cree que China pronto se enfrentará a problemas para conseguir alimentos del extranjero. Piensa que la autosuficiencia productiva de alimentos del país, tiene que aumentar hasta el 95 por ciento desde el actual 80 por ciento.