Beber agua es beneficioso, pero ¿algún tipo debe evitarse?

Por Cynthia Rohr

El agua es el principal componente del cuerpo humano, ya que representa el 60-70 por ciento de nuestro peso corporal. Por lo tanto, beberla regularmente es vital para el funcionamiento del cuerpo y la mente. Pero, ¿cuál es el momento más crítico para hidratarse y qué tipos deben evitarse?

Por desgracia, muchas personas no conocen las respuestas. En este artículo hablaremos de los tipos de agua que pueden ser poco saludables y que es mejor evitar.

8 tipos de agua que deberían evitarse

1. Sin filtrar, directamente desde el grifo

Beber agua del grifo sin filtrar puede ser perjudicial porque el cloro puede interactuar con la materia orgánica residual del agua, que puede, a su vez, producir un carcinógeno. Además, las personas que beben regularmente agua del grifo sin filtrar tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de vejiga.

2. Fria o helada

A todo el mundo le gusta refrescarse con un vaso de agua helada cuando hace calor, lo que puede aumentar la carga del cuerpo. Los expertos señalan que la temperatura del cuerpo humano es constante, en torno a los 37 grados centígrados, y que la temperatura del tracto gastrointestinal es aún mayor.

Cuando el agua helada por debajo de 6 grados entra rápidamente en el cuerpo, los vasos sanguíneos se contraen y ralentizan la función de peristaltismo en el estómago. El cuerpo tarda más tiempo y esfuerzo en volver a subir la temperatura a su estado normal.

Además, es probable que los sistemas inmunitario y metabólico se debiliten al bajar la temperatura corporal. El agua helada también puede suprimir el sistema digestivo, afectando negativamente a las personas con acalasia esofágica o mala digestión.

Un estudio realizado en Suecia descubrió que los dolores de cabeza provocados por el consumo de agua helada eran comunes entre las mujeres, y que las mujeres con antecedentes de migraña son más propensas a sufrir dolores de cabeza si beben agua helada.

Además, beber agua helada puede hacer que los poros del sudor no funcionen de forma óptima. Esto puede dificultar la disipación del calor por parte del cuerpo, lo que puede inducir un golpe de calor.

3. Estancada

No bebas agua que haya permanecido demasiado tiempo en reposo. Aunque el agua estancada puede ser estéril, ha perdido algunos minerales necesarios para el organismo. Además, también puede contener sustancias nocivas como el nitrito, que en dosis más elevadas se vuelve venenoso.

4. Demasiado hervida

El agua hervida durante demasiado tiempo o de forma repetida no es apta para el consumo, ya que puede provocar disfunciones gastrointestinales, coma hipóxico y algunas enfermedades sistémicas.

Los metales pesados como el calcio, el magnesio y el nitrito presentes en el agua no pueden volatilizarse. Por lo tanto, la ebullición repetida aumentará su concentración, y beberla puede causar disfunciones gastrointestinales, lo que provoca diarrea y distensión abdominal.

Un exceso de nitrito en el agua puede provocar hipoxia. Además, si se hierve repetidamente, la escoria producida puede entrar en los sistemas digestivo, nervioso, urinario, hematopoyético y otros, causando diversas enfermedades.

5. Un dispenser de agua que no se ha limpiado regularmente

Un dispenser parece cómodo, pero puede tener riesgos potenciales para la salud. Por ejemplo, un dispensador de agua que no se limpie durante mucho tiempo puede criar muchas bacterias, como la Escherichia coli y el estafilococo. Además, el polvo y los microorganismos presentes en el aire pueden mezclarse al activar el dispensador.

Por lo tanto, ya sea para uso doméstico o público, lo mejor es limpiar el dispensador de agua mensualmente y quincenalmente en verano. En cuanto al agua embotellada, es mejor consumirla en los 15 días siguientes a su producción. Esto se debe a que las bacterias pueden multiplicarse después de un tiempo y hacerla inadecuada para beber.

Un dispensador de agua parece cómodo, pero puede haber riesgos potenciales para la salud. (Imagen: Jiradelta vía Dreamstime)

6. Agua embotellada expuesta al sol

El agua embotellada es fácil de transportar, por lo que mucha gente suele tenerla como primera opción. Sin embargo, los expertos nos recuerdan los siguientes dos puntos :

En primer lugar, el agua embotellada no debe exponerse al sol durante mucho tiempo porque las botellas de plástico pueden contener sustancias nocivas que pueden ser tóxicas. Estas sustancias nocivas pueden liberarse en el agua en un entorno de alta temperatura.

En segundo lugar, cuando la gente no termina de beber una botella de agua, las bacterias de la boca pueden mezclarse con el agua embotellada. Si se deja durante algún tiempo, especialmente a temperaturas cálidas, las bacterias se multiplicarán, lo que puede ser perjudicial. Por ello, el agua embotellada debe terminarse lo antes posible después de abrirla.

7. Bebidas manufacturadas a base de agua

Muchas personas prefieren tomar bebidas manufacturadas porque el agua corriente no tiene sabor, pero las bebidas no pueden sustituir al agua purificada. Las bebidas con cafeína, como el té, el café, los refrescos de cola y los zumos de frutas con alto contenido en potasio o ácido cítrico tienen efectos diuréticos.

Esto es especialmente importante cuando se siente sed, ya que la sensación de sed significa que se está deshidratado. Si tomas bebidas que tienen un efecto diurético en el cuerpo, tu cuerpo puede perder más agua a través de la orina, por lo que sería mejor beber agua purificada.

La deshidratación crónica no es fácil de detectar, pero puede hacer que las personas aumenten de peso y causar problemas como estreñimiento, mareos, dolor en las articulaciones, piel seca, debilidad muscular, mala memoria, ansiedad emocional, etc.

Además, las bebidas azucaradas pueden aumentar el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

El agua embotellada no debe exponerse al sol durante mucho tiempo porque las botellas de plástico pueden contener sustancias nocivas que pueden ser tóxicas. (Imagen vía Pxhere)

8. Agua pura después de hacer ejercicio

No se recomienda beber mucha agua después de un ejercicio intenso. Esto se debe a que el cuerpo pierde varios electrolitos, como el sodio, el potasio y el magnesio, después de la sudoración profusa.

Beber agua sola diluye los electrolitos de la sangre y provoca desequilibrios electrolíticos entre las células humanas y su entorno exterior, lo que da lugar a la hiponatremia, también conocida como intoxicación por agua.

Si siente sed durante el ejercicio, se recomienda tomar sólo pequeñas cantidades de agua. Luego, al terminar el entrenamiento o al tomar un descanso, puedes beber agua con electrolitos añadidos una vez que tu ritmo cardíaco haya vuelto a la normalidad.

Deja un comentario