Estamos en Baishawan, una de las playas más lindas al norte de Taipei con Dewin de Honduras y Pauline de Bélgica.
Nos encontramos con muchas familias, muchísima gente. A pesar de que Taiwán está casi a 200 km de la costa de China, solamente tuvo unos 500 casos de contagiados de coronavirus aproximadamente.
Dewin:
«Bueno, parece que nosotros viviéramos en otro universo, que estuviéramos fuera de este planeta, porque Taiwán logró manejar muy bien la situación en cuanto al coronavirus; pareciera que mientras todo el mundo está luchando, cada país teniendo muchas dificultades a nivel de salud, la población en Taiwán, y los que tenemos la dicha de estar acá, estamos muy, muy bien en comparación a otros países.
Creo que Taiwán desarrolló protocolos muy sólidos, muy rígidos al principio, pero con mucha efectividad».
Pauline:
«Con respecto al coronavirus, creo que Taiwán reaccionó a tiempo y esa fue la gran diferencia con otros países.
Por ejemplo, en Bélgica no se lo tomó en serio al principio y ahora es uno de los países más afectados en Europa. También es una cuestión de disciplina, pienso que en Taiwán, la gente fue muy disciplinada».
El caso de Taiwán es bastante particular, porque desde el principio, el 31 de diciembre, empezaron a controlar los vuelos que venían desde Wuhan, epicentro del brote de coronavirus, que como muchos saben, fue ocultado por el régimen comunista chino.

Por otro lado, en Taiwán no siguieron las directivas de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y no confiaron en la información que estaba dando el régimen comunista chino, así pudieron afrontar este tema de manera realmente muy efectiva.
Taiwán es un país con una población superior a los 24 millones de habitantes y, habitualmente, tiene muchísimos vuelos y conexiones con China.
Actualmente los vuelos a muchos países están suspendidos, por lo cual se han podido contener bastante bien los contagios.
Dewin:
«El estilo de vida es muy cómodo, brinda la oportunidad al extranjero, en particular, de adaptarse muy bien. La seguridad es una de las cosas que a mí más me ha gustado. Poder salir de noche y sentir que voy a regresar bien a mi casa, independientemente a la hora que sea, es muy satisfactorio.
Aparte de eso, en cuanto al nivel de estilo de vida, Taipei es una es una ciudad muy cosmopolita, que permite a los extranjeros encontrarse con otros de diferentes nacionalidades y de diferentes partes del mundo, degustar cocinas de diferentes partes del mundo.
Entonces, siempre, siempre, hay algo nuevo, siempre hay algo divertido y de igual manera, para las personas que prefieren el campo, la montaña o el mar, existen infinitas oportunidades».
Pauline:
«A mí en particular, esas son algunas de las cosas que me han fascinado muchísimo de Taiwán. Y recalco la seguridad y la salud, con un sistema de salud fenomenal.
Podemos empezar con la seguridad, es algo que aquí es fantástico; es un poco como el coronavirus, acá hemos vivido todo el tiempo en una burbuja. Sobre todo como mujer joven, en Bélgica yo no me atrevería a hacer muchas cosas, como salir sola por la noche, andar por la calle sola con el celular en la mano, o ir en metro sola cuando ya no hay mucha gente, no me atrevería en Bélgica, acá no pasa nada.
Nadie nunca te va a molestar. Yo siento que eso da un sentimiento de libertad y hace que uno puede atreverse a hacer cosas, que no harías en tu país. Abrirse a nuevas experiencias, es muy bonito. Realmente muy bonito».
A continuación te invitamos a ver el vídeo original: