Nos llevamos donde quiera que vamos

Por Alejandra Juárez

No hay nada más ilusorio que pensar que «cambiar de aire» nos hará dejar lo que fuimos.

 

Sí, un nuevo paisaje, el cambio de casa, o un viaje, sirven como una forma de «limpiar la casa», pero si no aprendemos la mecánica de cómo se ensucia y de cómo mantenerla ordenada, pronto el desorden vendrá de vuelta.

Canciones, recuerdos, maneras de manejarnos, todo llevamos con nosotros a donde quiera que estemos, y es muy fácil activarlos, tarde o temprano lo que traemos dentro vuelve, si eso no se trabaja de raíz.

¿Cómo sería trabajarlo?


Trabajarlo es afrontar los «fantasmas», y nuestros miedos, lo que no quiere decir que nos quedemos en el lugar que nos hizo daño para enfrentarlo, si no más bien no buscar escapar de ello.

¿Te preguntaste alguna vez por qué todas tus parejas tienen un punto en común?. ¿Por qué se repiten ciertas situaciones entre amigos o en tu lugar de trabajo? (Photo 105707525 © Pogonici | Dreamstime.com)

¿A qué me refiero?

Si nos encontramos en un momento que nos agobia y nos saca de «nuestro centro», la mirada no tiene que estar en la persona o en la situación específica, sino en observar qué parte de nosotros se activa en determinada circunstancia y por qué…

Eso es afrontar.

Si nos centramos en una situación específica, o en una persona, lo resolveremos temporalmente, pero la vida se encargará de ponernos otros escenarios «parecidos» en donde parecerá que vivimos lo mismo, pero en realidad nos está mostrando una parte nuestra que sigue sin ser resuelta.

  • ¿Te preguntaste alguna vez por qué todas tus parejas tienen un punto en común?.
  • ¿Por qué se repiten ciertas situaciones entre amigos o en tu lugar de trabajo?.
  • ¿Por qué a pesar del tiempo que pasa siguen ciertos patrones constantes? o…
  • ¿Por qué no podemos liberarnos de ciertas personas o situaciones?.

La clave se encuentra en nosotros mismos

Él único cambio estable y duradero es el que hacemos con nosotros mismos.

¿Cómo podemos cambiarnos?


Sería fácil si pudiéramos ir a la tienda y decir:

  • «Señora: ¿tiene un modelo de Juan más actualizado?, o..
  • Por favor… ¿Me puede dar un kilogramo de paciencia para afrontar problemas y medio litro de cariño para tratar con las adversidades?.
  • ¿Tiene una memoria nueva que borre el pasado?.

Suena cómico, y sería simple si sólo fuera cuestión de ir a la tienda y elegir lo que necesitamos.

Una de las cosas que tenemos que entender es que a los únicos que podemos cambiarnos es a nosotros mismos.

Me refiero a que ninguna situación cambiará, ni tampoco tenemos que esperar a que determinada persona cambie para que nosotros estemos mejor, sino más bien cambiar nuestra manera de manejarnos en las mismas situaciones.

No puedo pretender que mi jefe comience a tratarme mejor para que yo este a gusto en mi trabajo, o que mi pareja y mis padres superen sus problemas para que yo viva más tranquila.

En realidad lo que tenemos que aprender es a vivir con las mismas situaciones pero con una mirada más amplia y consciente.

Y nosotros aprender a dar respuestas diferentes a las mismas preguntas…

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