Por Stephen
En la antigua China, especialmente en la Dinastía Tang, se seguían siete pasos para el maquillaje de las beldades: base en polvo, aplicar color al rostro, delinear la ceja con tono oscuro, aplicar “oro para la frente” o “brillo de flores de oro”, ocultar los hoyuelos, colorear las mejillas y aplicar color en los labios.
Si los ojos son el espejo del alma, los labios son el espejo del propio carácter y del temperamento. Al ser una parte importante del maquillaje del rostro como se mostró en el párrafo anterior, el maquillaje de los labios tiene una larga historia y ha tomado distintos caminos en diferentes períodos.
Se creía que en sus orígenes el maquillaje de labios se practicaba para complacer a los dioses en celebraciones religiosas. A medida que pasó el tiempo, la gente se dio cuenta que el maquillaje podía darle vida al espíritu, e incluso a veces podía revelar el estatus social. A consecuencia de esto, diferentes materiales para los productos de belleza de labios eran probados constantemente, y empleados para lograr unos labios rojos y brillantes, creando el arte chino del maquillaje de labios.
Los productos para la belleza de labios en la antigua China eran llamados comúnmente “bálsamos labiales” o “bálsamo de la boca”, así lo registra el diccionario chino Shiming (o : Explicación de nombres) escrito por Liu Xi durante la Dinastía Han del Este (d.C.25—d.C.220).
El bálsamo labial más primitivo no era como la barra labial que conocemos ahora, sino que era una pasta con su contenedor individual. Luego de las Dinastías Sui (d.C. 589 – d.C. 618) y Tang, algunos bálsamos labiales eran producidos como sustancias sólidas de forma tubular. Al ser más práctico, este nuevo tipo de labial ganó popularidad muy rápidamente. La producción de bálsamo labial no tuvo grandes innovaciones sólo hasta los tiempos modernos.
El bálsamo labial en la antigua China también tenía una fantástica fragancia. En la Dinastía del Norte (d.C. 386 – d.C 581) se agregaron materias primas como el ageratum y el clavo de olor. En la Dinastía Tang se incluyeron sabores artificiales en los bálsamos labiales.