A ndar de puntillas parece un movimiento discreto y poco común, pero tiene sus secretos y beneficios, es una antigua forma de mantener una buena salud.
Las personas de mediana edad y las mayores, pueden descubrir mejoras inesperadas en su condición física, si practican diariamente ejercicios en puntillas.
El Yin y Yang como equilibrio corporal
Al hablar de salud, los conceptos de la antigua China sobre el Yin y el Yang, son materia a tener en cuenta.
El Yin y el Yang no solo pertenecen a lo filosófico o abstracto, si no también es utilizado en la medicina, en las llamadas terapias alternativas.
Estos conceptos concuerdan con la idea de dualidad y equilibrio, siendo el Yin de naturaleza femenina y el Yang de naturaleza masculina.
Más concretamente, el Yin se refiere a un estado en el que las cosas son frías, húmedas, suaves, oscuras y de carácter femenino, y el Yang representa lo seco, lo duro lo luminoso y lo masculino.
Los antiguos Chinos veían esta dualidad en todo lo existente, incluso dentro del propio cuerpo humano tenemos elementos Yin y Yang, que al complementarse y al equilibrarse mantienen en armonía la salud física y espiritual.
El mejoramiento de la función renal
Todos nuestros órganos del cuerpo mantienen una naturaleza dual, en este caso, es importante resaltar que el buen funcionamiento de los riñones es la base de una buena salud.
Los riñones sanos mantienen un buen equilibrio de las fuerzas opuestas del Yin y el Yang.
Cuando los riñones de una persona carecen de Yang, a menudo uno siente frío y escalofríos, experimenta dolor y frío en los talones y presenta hinchazón en las extremidades inferiores.
Ponerse de puntillas ayuda a reforzar el Yang, logrando así un efecto de equilibrio, y un mejoramiento notable en la salud .
Prevenir un derrame cerebral
Según la medicina tradicional China, los accidentes cerebro vasculares son el resultado de un desequilibrio de las fuerzas Yin y Yang en el cuerpo humano.
La hemorragia cerebral es causada por el Yin que domina al Yang, por lo que la fuerza del Yang viaja hasta el cerebro e irrita el sistema nervioso cerebral, muchas veces más de lo normal.
Ponerse de puntillas estimula los talones y la circulación de energía y sangre en el cerebro.
Aliviar el dolor lumbar
Así también, cuando hay un bloqueo en los meridianos, hay dolor. A medida que el viento, el frío y la humedad ingresan al meridiano de la vejiga, bloquean la circulación de energía y sangre, causando dolor lumbar.
En este caso, andar de puntillas, estimula este meridiano y facilita el flujo de energía, lo que aliviaría el dolor de espalda.
Además, también puede mitigar la espondilosis cervical y los dolores de cabeza en la parte posterior de la misma.
Tratar problemas urinarios
La medicina occidental cree que las dificultad para orinar es un síntoma de enfermedad prostática, especialmente más común en la hipertrofia prostática y la prostatitis.
Desde esta perspectiva, la función de la vejiga débil provocaría una micción escasa.
Estimular el talón es un truco para tratar la enfermedad de la próstata.
Técnicas para andar en puntillas
- Mantén el cuerpo erguido, los pies juntos y coloca las manos a los lados.
- Luego, párate lentamente sobre los dedos de los pies, agarra el suelo con los dedos de los pies, deja caer tu peso desde los dedos hasta el antepié y relaja el cuerpo.
- Por último, haz un ejercicio de caída libre: deja que tus talones toquen el suelo ligeramente, provocando un golpe suave y súbelos nuevamente.
Después de ponerte de puntillas unas cuantas veces, te sentirás cómodo en todas partes.
Caminar de puntillas
Intenta apoyar el peso de tu cuerpo sobre los dedos de los pies, y dar entre 30 y 50 pasos cada vez; luego toma un descanso y repite varias series de acuerdo con tu condición física.
Puedes regular la velocidad del progreso para que te sientas cómodo y relajado.
Si estás comenzando a practicar o tienes problemas de equilibrio, puedes afirmarte de la pared.
Sentarte de puntillas
Otra manera de ejercitarte, es hacer «sentadillas», manteniendo los talones en el aire, apoyándote sobre los dedos de tus pies.
Puedes colocarte dos botellas de agua mineral en los muslos y realizar ejercicios con pesas.
Acostarte y entrelazar los dedos de tus pies
A este ejercicio, puedes realizarlo antes de dormir, para ello, mantén las piernas juntas y rectas; enganchando y soltando los dedos de los pies.
Puedes hacerlo con los dos pies juntos, en simultáneo, o practicar con un pie.
Si sientes incomodidad en las pantorrillas, detente y descansa.
Házlo entre 20-30 veces, en la velocidad que te resulte más cómoda.