Inmunidad
Un estudio del Hospital General de Massachusetts encontró que los pacientes en estado crítico que escuchaban las sonatas para piano de Mozart, podían llegar a un mayor estado de relajación.
Lo sorpresivo de estos hallazgos es que la música también redujo los niveles de interleucina-6 en la sangre, una proteína que se sabe que es la causa de problemas cardíacos, diabetes y mayores tasas de mortalidad.
En este estudio, se encontró que los estudiantes expuestos a música relajante tenían más IgA, un anticuerpo que actúa como la primera línea de defensa contra las enfermedades.
Control del dolor
Por otro lado, un estudio realizado en 2006 a 60 personas de 21 a 65 años, confirmó lo que muchos médicos sospechaban: la música puede ayudar a disminuir el efecto del dolor en la mente de una persona.
Los participantes fueron asignados a tres grupos, dos de ellos expuestos a la música. Los efectos sobre el dolor, la depresión y la discapacidad, se midieron mediante varias pruebas estandarizadas.
El estudio afirma que:
«Los grupos expuesto a la música clásica tenían más fortaleza y menos dolor, depresión y discapacidad, que el grupo de control.
Las enfermeras pueden enseñar a los pacientes a usar la música para mejorar los efectos de los analgésicos, disminuir el dolor, la depresión, la discapacidad y promover sentimientos de poder».
Cuando se ponía música en las salas de post-anestesia, se veía que los pacientes estaban más tranquilos.
Sus cerebros, al estar centrados en los sonidos relajantes de la música, el dolor físico dejaba de acaparar gran parte de sus pensamientos, lo que condujo a una mayor comodidad.
Mejoramiento de la memoria
En otro experimento, para una conferencia, un grupo de estudiantes fue dividido en dos grupos. El primer grupo escuchó la conferencia mientras escuchaba música clásica de fondo. En cambio, no había música clásica de fondo para el segundo grupo.
Después de completar la conferencia, se realizó un test. Se descubrió que los estudiantes que escucharon música de fondo obtuvieron una puntuación significativamente más alta que el otro grupo.
Según los investigadores, la música hizo que los estudiantes del primer grupo fueran más receptivos a la información del conferenciante, permitiéndoles así almacenar dicha información y recordarla de forma mucho más eficiente.
Aliviar el estrés
La música clásica también puede ayudar a lidiar con el estrés y la ansiedad. Las mujeres embarazadas que escucharon música clásica cada semana de su embarazo, han reportado menores instancias de estrés.
Se observó que los pacientes que escucharon música clásica antes de cirugías críticas, están en mejor estado de ánimo para el procedimiento que el resto de los que suelen estar nerviosos antes de entrar al quirófano.
En algunos estudios se ha descubierto que la música tiene un efecto mucho más poderoso en la reducción del estrés, que ciertos medicamentos administrados por vía oral.
Reducir la presión arterial
Otro estudio también comparó la presión sanguínea de las personas que escuchaban música clásica, con las que no estaban expuestas, encontrando que el grupo que escuchaba música clásica tenía niveles de presión sanguínea más bajos.
Según los investigadores, la música aparentemente ayuda al corazón a recuperarse del estrés, lo que eventualmente causa que la presión arterial disminuya.
Dato anecdótico:
El carácter chino para la medicina, Yao, está compuesto de dos partes, con la parte inferior, pronunciada yue o le, que significa música. Los antiguos chinos tenían un gran respeto por la música en el tratamiento de las enfermedades.
