Aconquija en Las Estancias

Por Helen Gordillo

¿Qué sueñas en las noches Aconquija?, si es que sueñas, para amanecer tan radiante, eterna belleza alada.

El nevado te despunta hacia el este como un rascacielos y las Estancias se reclinan, ante un cuadro geométrico nevado, donde el azul es tan azul, que parece  pintado y el blanco hielo granizado se derrama desde tus vértices, como el velo de una novia que espera en el altar.

Las frescas lomitas dibujan figuras de curvas mansas y el plumerillo, rosado y blanco, suspende al horizonte en un paisaje tridimensional.

Navega en térmicas el viento alado y en su planear de águila orgullosa, se desvanece entre las soberbias rocas milenarias. Sus  remolinos recorren los surcos del manso Río del Campo, de Sur a Norte, rebeldes y enlazados en la misma causa.

Basta girar la cabeza hacia un lado para escucharlo y perderse en ese soplo de toro embravecido.

La sombra que delata al sol en el atardecer, juega a las escondidas y se refugia en el regazo de vertiginosos zanjones. Nadie podrá encontrarlo porque se refugió en la magia del conjuro de dos enamorados.

Éramos tan libres. Nunca más libres que en ese instante, ante la majestuosidad de esas montañas gigantescas y con la inocencia que albergaban aún nuestros cuerpos.

El viento no cesa de mover las hojas de un sin fin de álamos plateados y su musical sonido cae en el aire, sin clave de sol, refrescando la tarde silenciosa.

Como un encanto mágico, la quietud, camina en puntitas de pie, atravesando el alma de recuerdos. Así, la mágica y etérea tarde, anaranjada y fría, se transforma en el escenario del encuentro, acoplada a las risas y anécdotas que recobran ánimo.

Unas manos abiertas y suaves traen a la escena un rectangular pan amasado, mates de yerba dulce, amansados por el burro y el poleo, cumpliendo así con el rito ancestral de la rueda del samsara, bajo el guardián verde, el histórico sauce llorón, cómplice y testigo de momentos inolvidables y de siluetas que ya partieron.

Aconquija, Tucumán – Argentina (Imagen: Vision Times)

Es único y a la vez reflejo de tantos otros, con nombres diferentes y escritos en diversas lenguas universales.

Cuando cae la noche, abierta al espacio de planetas y estrellas, en un sistema de constelaciones celosas y con pertenencia, hace su aparición la luna, majestuosa, con sus designios que acechan impías cartas natales a la vista y corroboradas en los rostros de los pasajeros de un tiempo único.

Ella es la reina indiscutible de la noche, su poder y encanto, atraviesan cómo flechas plateadas, los sueños y las esperanzas de quienes sometidos, no cesan de mirarla como suplicando un mensaje o la sombra de un cálido amor.

A lo lejos se escucha una guitarra, a lo lejos. Así la noche se hace zamba y el recuerdo solfea las cuerdas de una guitarra, música de años pasados, fogata de risas y rostros inolvidables.

El fuego  de miles de fueguitos que se juntan, ensancha el corazón como un río, abanico de sangre, vertiente de brazos que salen a acariciar a borbotones ese fluir de gratos recuerdos.

Cada noche  fuimos testigos silenciosos de la muerte de una estrella. El suspiro que acompañaba al desencanto o al deseo, estaba ya marcado.

Tal vez, en algún rincón de mi mundo, pensé que el lucero que veía cada amanecer era un minotauro cansado de esperar a su redentor. Hoy lo busco, espero a ese lucero para contarle que ya sé que viene, que ya sé que llega, que ya nos abraza y que nos rescatará cuando el sol despunte al alba.

¿Con quién sueñas Aconquija?, si es que sueñas…

4 comentarios en «Aconquija en Las Estancias»

  1. Helen Gordillo:

    Una visión geométrica de experiencias dinámicas asociada a certeras descripciones de imágenes generadas en el alma, no en los ojos…procesadas desde la realidad hasta lo netamente espiritual con metáforas invertidas que claramente formaron imágenes que van a proyectarse en sentido contrario, desde el alma a lo físicamente advertido y transformadas en un poema con letras, dedicadas a los que entendemos está magia por vos descripta.
    En resumen, como los buenos vinos que para serlo, no solo necesitan buenas _cepas_ sino de buenos catadores.
    Algo muy valioso lo que escribiste.
    Tanto que al leerlo otra vez, descubro que escondite ciertos matices que crecen cuando se enciende el sincronismo del entendimiento con los caprichos del espíritu.
    Verás
    No reacciono al toque.
    Te felicito !!

    Lalo Nanni

  2. The piece of info you gave is inaccurate abuot The geographical location of The Aconquija valley.

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