Atrás quedaron los días en que las mujeres sólo querían casarse y ser amas de casa. En su lugar, se sienten impulsadas a alcanzar el éxito, compitiendo por los puestos más altos, haciendo carrera, ganando dinero y viviendo su mejor versión.
Al igual que los hombres, las mujeres también aspiran a ser personas de alto valor. Como dice la cita:
«Nadie trabaja más duro que una mujer a la que no le gusta pedir nada a la gente»
Esto resume la esencia de una mujer «empoderada».
Alcanzar este estatus abarca algo más que la libertad financiera; implica centrarse en objetivos, virtudes y un comportamiento socialmente aceptable.
Atributos de una mujer empoderada
1. Ella es consciente de quién es
Además de comportarse de forma femenina, una mujer de alto valor conoce su lugar en la sociedad y lo reclama con positividad. Sabe que tiene un objetivo y no se conforma con menos.

Sabe que tiene el poder de cambiar la narrativa de cómo debe tratarse a una mujer y no teme decir lo que piensa sin importarle lo que piensen los demás. Es devota y fiel a sí misma.
2. Autoestima
Una mujer valiosa busca respetarse a sí misma antes de aspirar a ser respetada por los demás. Conoce su autoestima y no permite que nadie traspase sus límites porque es valiente.
También siente un inmenso respeto por los demás.
Afronta la vida con entusiasmo y no permite que nadie la desanime. Ha aprendido a luchar y a protegerse.
3. Sentido común
Domina el arte de reflexionar y tomar decisiones acertadas. Este tipo de mujer se toma su tiempo para reflexionar y tomar decisiones que beneficien a todos.
No se deja manipular para tomar decisiones con las que no está de acuerdo. Es sabia y está bien informada.
4. Abierta al aprendizaje y al crecimiento
Una mujer que se valora no se acomoda ni se estanca en un lugar. Siempre tiene la mente abierta y está motivada para aprender cosas nuevas. Su deseo de crecer en diferentes aspectos de la vida es incomparable.
Es consciente de que su crecimiento y su éxito pueden influir y cambiar la vida de las personas que la rodean. Siempre está decidida a mejorar sus habilidades y a ser mejor en distintos aspectos.
5. Compasiva
Una parte crucial del bienestar de una mujer es cuidar bien de sí misma, desde la higiene personal y la salud mental hasta la dieta.
Una mujer de éxito siempre se preocupa por su bienestar general. Equilibra su trabajo con su vida social porque es consciente de que necesita a las personas que la rodean tanto como ellas la necesitan a ella.

No es egocéntrica, celosa ni codiciosa. Se preocupa por los sentimientos de los demás tanto como por los suyos propios.
6. Cualidades directivas
La mujer admirable predica con el ejemplo. En lugar de delegar funciones, se une a su equipo para alcanzar el éxito. No hace que su equipo se sienta menos importante ni que ella está por encima de los demás.
Las cualidades de liderazgo incluyen saber escuchar y estar siempre dispuesta a escuchar las opiniones de sus compañeros y tenerlas en cuenta cuando se le asigna un puesto de liderazgo en el trabajo. También incluye capacitar a los demás para sacar su mejor potencial.
7. Capacidad de resistencia
Como es consciente de su valía, su autoestima es inigualable. Ya no se da por vencida en las cosas que es capaz de hacer. Tiene confianza en sí misma y nada ni nadie puede desanimarla.
Afronta los nuevos retos con valentía y siempre está convencida de que las cosas saldrán bien. Cuando se fija un objetivo, no para hasta conseguirlo. Es emprendedora.
Conviértete en una mujer empoderada
Hay una gran diferencia entre una mujer empoderada y una mujer que no lo es. Una mujer de gran valía no es perfecta, y entiende que nadie lo es tampoco. Pero se levanta cada mañana y trabaja para alcanzar sus objetivos. Se esfuerza por ser hoy mejor persona de lo que era ayer.
Es importante recordar que transformarse no es un proceso de la noche a la mañana; requiere tiempo y esfuerzo. Así que no te preocupes por conseguirlo todo de golpe. En lugar de eso, céntrate en trabajar y confiar en el proceso.