Por David Jirard
La hipertensión, también conocida como tensión arterial alta, es un factor de riesgo común de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y las enfermedades renales.
La tensión arterial es la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos cuando el músculo cardiaco se relaja y se contrae.
La presión cuando el corazón se contrae se denomina «presión arterial sistólica», y la presión cuando el corazón se relaja se denomina «presión arterial diastólica». Cuando la tensión arterial es igual o superior a 130/80 mm Hg, se habla de hipertensión.
La hipertensión es la afección médica predominante entre las personas de mediana y avanzada edad, pero no tiene por qué ser tan alarmante. En nuestra vida diaria, podemos tomar las medidas adecuadas para ayudar a estabilizar nuestra tensión arterial.
He aquí algunos alimentos que pueden ayudar a las personas con tensión arterial alta.
Alimentos que ayudan a controlar la tensión arterial
Papas
Las papas son un alimento bajo en grasas que contiene antioxidantes y oligoelementos. El potasio de las papas reduce la hipertensión y protege el corazón.
Cocinarlas o asarlas con piel es la mejor manera de comerlas, ya que dejar la piel protege a las papas de perder sus nutrientes.
Por supuesto, comer alimentos procesados a base de papas, como papas fritas, tiene el efecto contrario. Como las papas fritas se cocinan en aceite, comerlas aumenta la grasa interna del cuerpo humano. También suelen contener una gran cantidad de sal, que afecta negativamente a la tensión arterial.
Espinacas
Las espinacas también ayudan a bajar la tensión arterial. Las espinacas son ricas en vitaminas y diversos oligoelementos, así como en potasio.
Uno de los principales motivos por los que los pacientes sufren hipertensión es el exceso de sodio o la escasez de potasio en el organismo. Comer más espinacas como suplemento de potasio puede ayudar al organismo a regular la tensión arterial.
El apio
El apio es rico en fibra dietética, que puede favorecer el peristaltismo del estómago humano y aliviar el estreñimiento. También contiene fitoquímicos llamados ftalidas.
Los ftaluros contenidos en el apio aumentan el flujo sanguíneo, reduciendo así la presión arterial, lo que evitará o retrasará una serie de problemas cardiovasculares y cerebrovasculares causados por la hipertensión.
Las manzanas
Las manzanas no sólo contienen sustancias como ácido málico, vitaminas y celulosa, sino que también son ricas en potasio, que puede ayudar al organismo a reducir la hipertensión y a excretar el sodio del cuerpo.
También están repletas de flavonoides, como la quercetina y la rutina. La rutina que contienen las manzanas es útil para regular la tensión arterial y prevenir o retrasar una serie de problemas cardiovasculares y cerebrovasculares causados por la hipertensión.
Para obtener los máximos beneficios, come la manzana con piel. Allí es donde se encuentra la mayor parte de los flavonoides.
Brócoli
El brócoli también tiene un buen efecto en la regulación de la tensión arterial porque es muy rico en potasio, calcio y magnesio.
Comer brócoli también puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Camotes
Los camotes también son un alimento que puede ayudar al organismo a reducir la hipertensión, ya que son muy ricos en potasio.
Control y prevención de la hipertensión
Alimentación
Otra consideración sobre cómo la dieta puede reducir la tensión arterial es seguir una dieta baja en sal y disminuir la ingesta de grasas poco saludables. Se recomienda:
- reducir a la mitad la cantidad de sal en los platos,
- consumir alimentos no cocinados en grasas animales y
- cambiar a aceites vegetales como el de oliva y el de soja al cocinar.
También puede limitar el consumo de alimentos con alto contenido en colesterol, como las yemas de huevo, el marisco, el queso y el yogur desnatado.
Haz ejercicio
El ejercicio también puede reducir la tensión arterial alta al aumentar el ritmo metabólico, lo que quemará grasa y conseguirá el efecto de reducir la tensión arterial.
No hagas ejercicio una hora antes o después de comer. El momento ideal es de 1 a 2 horas después de comer durante 30 minutos al menos 3 veces por semana. Incluso un ejercicio de bajo impacto como caminar puede tener grandes beneficios.