Habrá momentos en tu vida en los que te sientas tan cargado emocionalmente que seas incapaz de controlar cómo actúas, sólo para terminar lamentando estas acciones más tarde.
De hecho, tu vida entera podría arruinarse sólo por un único arrebato que podría haberse evitado fácilmente.
Si consideras que tienes una naturaleza tan temperamental, aquí están algunas de las formas en que puede controlar sus emociones antes de que sea demasiado tarde.
1. Respira profundamente
Cuando estás cargado emocionalmente, tu respiración puede volverse pesada y frenética. Esto se debe a que tu cuerpo está entrando en un «modo de lucha» que te pone a la defensiva, con una mentalidad orientada al conflicto.
Por lo tanto, lo primero que debes hacer cuando notes inestabilidad emocional es tomarte un descanso de lo que estés haciendo y respirar profundamente durante unos minutos.
Prueba esta técnica de respiración:
- Coloca una mano en tu pecho y la otra debajo de su caja torácica.
- Inhala por la nariz mientras cuentas hasta cuatro y sientes el abdomen expandirse.
- Aguanta la respiración durante unos 2 segundos y luego suéltala lentamente por la boca.
- Haz esto repetidamente durante 6 o 10 veces por minuto. Después de algún tiempo, te sentirás bastante relajado.

2. Reemplaza los pensamientos negativos
«Siempre que te enfrentes a una emoción que te haga sentir o pensar algo malo, sácala de tu mente y reemplazala con un pensamiento diferente. Imagina la resolución ideal de tu problema, piensa en alguien que te haga feliz o recuerda un evento que te haga sonreír»,
según Huffpost.
Al hacerlo, tu mente se aleja de los pensamientos negativos y se convierte en placenteros, ayudándote a contener cualquier posible arrebato emocional.
Sin embargo, ten en cuenta que esto es sólo una solución temporal. Necesitas encontrar la raíz de las causas de por qué sientes pensamientos tan extremos y luego lidiar con ellos de manera efectiva.
3. Piensa en las consecuencias
Cuando tu mente está en manos de emociones fuertes, pierdes todo sentido de racionalidad.
Para evitar que esas emociones salgan a la luz, piensa en las consecuencias negativas de tomar acciones bajo su influencia y si tu o la vida de un ser querido no se verán gravemente afectados por ello.
Por ejemplo, puede que sientas ira hacia tu jefe por alguna ridícula exigencia que te haga. Puede que incluso quieras empujarlo o darle un puñetazo. Sin embargo, piensa en las consecuencias.
Una vez que ataques al jefe, no importa cuán honrado seas, es probable que pierdas todo el favor de tus superiores. Podrías terminar sin trabajo y tu familia sufriría.
Por el contrario, si superas la situación con calma, puedes denunciar el asunto a los superiores, quienes podrían simpatizar con tu situación y castigar al jefe por cualquier mala conducta.

4. Salida física
Algunas personas solo pueden relajarse una vez que realizan alguna acción física cuando se enfrentan a emociones incontrolables.
Si te encuentras en tal situación, ve al gimnasio y desahoga todas tus frustraciones en un saco de boxeo hasta que te agotes.
Si trabajas en una empresa que ya tiene un espacio de entrenamiento físico, dirígete allí de inmediato. Ahora, si no puedes tomarte un tiempo para ir al gimnasio, solo busca un espacio apartado y golpea el aire varias veces o haz algunas flexiones.
Esto puede ayudar a calmarte hasta cierto punto.
Cuánto más graves son las consecuencias del enojo que las causas del mismo. -Marco Aurelio.