2 enemigos de tu energía con los que empiezas el día

Por Chani Blue

Muchas personas confían en los estimulantes como la cafeína y el azúcar para obtener la energía necesaria durante el día. ¿Has pensado que si renunciaras por completo a ellos no los necesitarías para nada? Tus niveles de energía serían más constantes.

Todo lo que sube, tiene que bajar —esta es una ley científica. En nuestro cuerpo, una aceleración súbita del sistema nervioso requiere una respuesta rápida para normalizarse, dado que el cuerpo, naturalmente, trata de restablecer el equilibrio. Por lo tanto, la repentina subida se siente bien, pero no se puede sostener —otra baja está a la vuelta de la esquina esperando.

Un periodo de estimulación es seguido por otro de depresión. La alta es temporal, pero la baja es duradera mientras el cuerpo se recupera y desintoxica.

Una taza de café con azúcar es el fármaco más utilizado en el mundo. (Photo 28592309 / Coffee Sugar © Eric Krouse | Dreamstime.com)

Aspiramos al equilibrio y la armonía cuando se habla de la salud fisica. Mentalmente, queremos disfrutar de un temperamento estable, una mente en calma y concentrada, clara y que logre atravesar con éxito las tensiones del día. Esta imagen de la salud mental es más fácil de lograr si evitamos los estimulantes que causan altibajos innecesarios.

Los picos de euforia se sienten como un golpe de energía, pero en realidad son un estallido de estrés

Por ejemplo, un escenario común es que se tome de dos a cuatro tazas de bebidas con cafeína al día para mantener los niveles de energía. Sin embargo, después de cada pico hay una inevitable y más duradera baja. Terminamos sintiéndonos más agotados entre más cafeína bebamos. Adicionalmente, la cafeína afecta los ciclos de sueño profundo.

¿Cuál crees que es nuestro estado mental después de dormir mal durante días, semanas o meses?

El otro escenario común es el de comer alimentos azucarados para darse una rápida elevada en la tarde o a media mañana. Después de la subida inicial de energía te sientes cansado y con ganas de más alimentos; nuestros cuerpos siguen buscando la nutrición que las calorías vacías habían prometido.

Nuestro gusto por lo dulce también es cada vez más fuerte por la adicción que el azúcar provoca, «enganchándote» a los bocadillos con alto contenido de hidratos de carbono.

Un café y algo dulce hacen la mañana agradable, pero la energía no durará mucho tiempo. (Photo 260988852 / Coffee © Suwung Corp | Dreamstime.com)

Mientras seguimos estimulados diariamente a base de azúcar y cafeína, nuestro sistema atraviesa una crisis tras otra —con subidas y bajadas bruscas— al ritmo de los niveles de azúcar en la sangre.

Cuando mantenemos este patrón de crisis consumiendo estimulantes día tras día, el estrés y el ácido úrico se acumulan, causando acidosis. Estas sustancias no sólo afectan al cuerpo sino también la mente. Abriendo la puerta trasera a la ansiedad, la depresión, el agotamiento, los trastornos del estado de ánimo y los dolores de cabeza.

¿Irritable? ¿Deprimido? Los estimulantes son los culpables

Cuando se consumen estimulantes tales como cafeína, azúcar refinada, nicotina, alcohol y anfetaminas, se predispone al cuerpo para la acción mediante el aumento de la frecuencia cardíaca y la liberación de azúcar y cortisol (una hormona del estrés) en la sangre.

Tu cuerpo se pone en modo «lucha o huida», listo para escapar del tigre que acaba de encontrar. Como en realidad no hay tigre y tampoco huida, tu cuerpo debe volver lentamente a la normalidad en cuanto equilibra el azúcar, resuelve el estrés y se relaja —¡lo cual es un enorme trabajo!

¿Qué pasa cuando este terrible tigre ataca de cuatro a cinco veces al día? El cuerpo se ve obligado a hacer frente a esta crisis varias veces. Pero, como he mencionado antes, cada alta tiene un precio y todo lo que sube, tiene que bajar.

Tu cuerpo piensa que hay una causa real para luchar  o huir, pero fue sólo por la cafeína. (Foto 128967326 © Svyatoslav Lypynskyy | Dreamstime.com)

Tus glándulas suprarrenales pagan un precio muy alto por las subidas y bajadas continuas, ya que regulan las hormonas del estrés, lo que conduce a su deterioro con el tiempo. ¿Has oído hablar de la fatiga suprarrenal?

A tu cuerpo le resulta cada vez más difícil producir la insulina necesaria para metabolizar tales sobredosis de azúcar refinada —los engranajes son cada vez más pesados y más difícil resulta empujarlos. En este punto se puede notar la fatiga, falta de concentración y los bajos estados de ánimo durante todo el día. ¿Tal vez estés de mal humor e irritable? ¿Tal vez triste? Todos somos distintos. Cuando tu cuerpo lucha para producir insulina, eventualmente llegas a convertirte en diabético.

El consumo excesivo de azúcar y su adicción puede presentar varios síntomas que incluyen arrebatos emocionales o agresivos, ansiedad, depresión, falta de concentración, disminución de la libido, insomnio, fatiga y muchos más. Puedes encontrarte sin fuerzas para combatir un resfriado, no dormir bien, sufrir intensamente el síndrome premenstrual o el estrés. Pero es sorprendente cómo el estrés puede, tan fácilmente, convertirse en un estado normal al olvidarnos de lo que es sentir profundamente la calma y sobrellevar los flujos y reflujos más calmadamente.

Es un hecho: Los países que aman el azúcar coincidentemente tienen mayores tasas de depresión

Tu cerebro frente a los dos estimulantes más comunes: el azúcar y la cafeína

Este video del Dr. Dan Schultz, advierte sobre los efectos de los estimulantes más comúnmente utilizados y usados excesivamente en el mundo occidental: la cafeína y el azúcar. También nos recuerda que una vida libre de dependencia química puede ofrecernos un simple sentimiento de paz y disfrute por estar en nuestro estado natural.

(Video en idioma inglés, sugerimos configurar subtítulos)

Cuando decidas dejar los estimulantes, tómatelo con calma

Todos los azúcares afectan los niveles de azúcar en la sangre, pero no todos producen estos picos, por lo que tu objetivo debe ser no sólo cortar con los estimulantes sino reemplazarlos por frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, es decir carbohidratos complejos que contienen fibra, lo cual permite que los azúcares naturales se liberen lentamente en el cuerpo manteniendo los niveles de azúcar en sangre estables.

Las proteínas y grasas buenas —como el aceite de coco, aceite de semilla de lino y aceite de oliva— también son buenos para mantener la energía y ayudan a mantener tu apetito a raya por más tiempo.

Comer más frutas y verduras, que son alimentos alcalinos, también tienen el beneficio de calmar los antojos debido a los minerales que contienen, y pueden neutralizar la acidez que los estimulantes crean en tu cuerpo. Además, beber más agua te ayudará a manejar los antojos ya que contribuye a la desintoxicación del organismo. A veces la sed se confunde con hambre.

Las frutas son dulces de la naturaleza, que contienen minerales y fibra natural por lo que la energía se libera lentamente. No fuimos creados para comer azúcar refinada como lo hacemos hoy. (Foto 43182049 © Seralexvi | Dreamstime.com)

Cuando te decidas a cortar con los estimulantes evalúa tu consumo y poco a poco redúcelo día a día para que el cuerpo tenga tiempo de adaptarse. El azúcar y la cafeína son verdaderas drogas, y si quieres evitar los síntomas al dejarlos ¡no lo hagas de golpe! Evita dolores de cabeza, mal humor, fatiga y otros síntomas de abstinencia desagradables tomando las cosas con calma.

Descubre un flujo de energía más calmado

Ahora sabemos que la subida inicial, o más bien el estallido, de estrés es sólo el primer paso en el funcionamiento de los estimulantes. Lo que ocurre después de esta crisis se presenta horas, o incluso días, después del evento. Por lo tanto, a menudo no somos conscientes de que las reacciones negativas que estamos experimentando están conectadas al estimulante que tomamos hace algún tiempo.

Por ejemplo, el café que tomaste esta mañana añadido a tu sensación de estrés y ansiedad del día, te llevan al insomnio de la noche. Cuando se acumulan varias ingestas de cafeína o azúcar en un día, la depresión que tu cuerpo experimenta es continua.

Cuando decidas renunciar al consumo regular de azúcar, cafeína, nicotina o alcohol, podrás esperar sentir una especie de vitalidad relajada que sólo recordarás haber experimentado cuando eras niño.

Una especie de energía relajada, es el mejor estado posible. (Foto 87469590 © Robert Kneschke | Dreamstime.com)

Al dejar los estimulantes y recuperarte de la adicción, una corriente estable y constante de energía te asistirá durante todo el día. Por la noche, caerás en un sueño delicioso y profundo con mayor facilidad y te despertarás sintiéndose renovado y alegre.

Si regularmente te irritaba y exasperabas, verás que estarás más paciente y relajado. La presión en la cabeza se aliviará a medida que tu cuerpo cerebro se enfrían —incluso podrías volver a sentirte más alegre e inspirado por la belleza simple de la vida cotidiana.

Las causas y factores desencadenantes de la depresión y la ansiedad son complejos, pero se puede decir una cosa con bastante confianza: el uso regular de estimulantes causa estrés y no ayudan a recuperarse de la ansiedad, la depresión o los problemas relacionados con el estrés. El uso regular de estimulantes también puede restarte energía, lo que conduce a la fatiga en el largo plazo.

Los efectos positivos pueden tardar días o semanas para experimentarse, dependiendo de qué tan dependiente está su cuerpo de esas sustancias. Sin embargo, cuando se obtiene un indicio de la primera «calma» acercándose, sabes que hay más en camino —el sentimiento de plenitud mejorará con el tiempo.

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